Después de 85 años de hacerlo, el puente de la Ruta 5
vieja sobre el río Santa Lucía, en Paso Pache, ya no une las dos orillas. Sus
pilares de madera sobre la cabecera sur, que da a la costa de Canelones, fueron
incendiados, y la estructura, que se encontraba en total estado de abandono,
cedió, cayendo todo un tramo.
La reconstrucción de la Ruta 5, que se inició en 1965, diez años más
tarde hizo pasar a un segundo plano el puente cuya estructura cuenta con
pilares de cemento sobre el agua, de madera en su cabecera sur (pero
protegidos por un dique de piedra de 40 metros de largo),
vigas de madera y metal; asfalto en la zona de tránsito y metal en su exterior,
siendo ésa su característica más saliente.
Hasta finales de los ’80 algunos vehículos pesados pasaban
por él, y hasta en el pasado cercano había quienes transitaban por él en moto,
pese a que hace más de dos décadas estaba clausurado. Era frecuente que los
lugareños lo cruzaran a pie, independientemente de que la carpeta de asfalto
presentara muchos huecos.
Paulatinamente, en los últimos 15 años, el puente empezó a
sufrir todo tipo de actos vandálicos. En el último lustro se sucedieron
incendios en su estructura de madera por personas que armaban fogatas debajo de
él. También sobresale que, paso a paso, le robaron todo un tramo de metal.
El 27 de setiembre de 2013 volvieron a incendiar sus
pilares de madera en la cabecera sur, y ésta –que resistió las más duras
crecientes durante 85 años- ya no soportó más; cayó.
Quedó aferrado a una orilla, pero ya no une las dos, por
lo que acaba de morir su vida como puente.
FLORIDADIARIO