El
procesamiento de un funcionario del Instituto Nacional de Rehabilitación, fue
parte de un minucioso trabajo policial que continuó en el marco de la operación
por la cual los agentes cerraron bocas de ventas de drogas.
La Jueza Letrada de 1er Turno de Florida, Dra. Annabel Gatto de Souza,
dispuso hace algunos días el procesamiento de un policía sospechado de ingresar
estupefacientes a un establecimiento carcelario y a la pareja de uno de los
reclusos por la venta de los mismos.
El
caso no fue aislado. La conexión surgió durante la ejecución de la “Operación
Bizcocho”, donde los investigadores siguieron trabajando a través del
sistema de vigilancia electrónica. En esa oportunidad hubo 11 detenidos y cuatro
procesados.
Ahora,
el implicado, identificado como V.K., prestaba funciones como policía en la
Unidad 29 de Florida. Y era consumidor de cocaína que compraba en la red
desbaratada. En la vigilancia se estableció que ingresaba objetos al recinto
penitenciario.
En
una oportunidad, un paquete llegó a manos de un recluso apodado el “Gárgola”,
identificado como A.R.M., y también a otro identificado como I.C.
La
pareja de I.C. indicó que tres mujeres le entregaron un paquete a solicitud del
policía implicado. Por esta acción, recibió tres giros de Abitab por $200 y
otro por $100. Y el policía, finalmente, entregó el paquete a los reclusos.
OTRO
CONTACTO, TALCO Y BICARBONATO
Una
de las mujeres que también está bajo proceso por el caso, resultó ser otro de
los contactos del policía.
M.N.M.L.
es pareja de G.M., procesado por la “operación Bizcocho”. Es justamente a G.M.
a quien el funcionario del INR le compraba cocaína para consumo.
Así,
con G.M. en prisión, la mujer contactó a V.K. para el ingreso de elementos a la
cárcel. En una oportunidad, por la suma de $300, entró un paquete con talco y
bicarbonato de sodio, elementos utilizados para el “corte” de cocaína.
Otro
de los ingresos claves fue un teléfono celular y un chip. El policía negó, pero
la vigilancia detectó llamados con ese aparato desde el interior de la cárcel.
Los
investigadores detectaron 13 encuentros, 76 mensajes y 2 llamadas telefónicas.
Allí,
se empleaban palabras claves como “las mila”, “aquello”, “el paquete” y “las
cosas”.
Declaraciones
de testigos, careos y varias pruebas presentadas por la brigada departamental
antidrogas, actuaciones policiales, allanamientos, informes criminalísticos,
médicos y otros elementos terminaron todos ante la Justicia para determinar los
ya conocidos procesamientos.
En
el proceso, el Ministerio Público y Fiscal, solicitó la prisión preventiva por
el daño social que implicó la conducta desplegada.
Finalmente,
la magistrada dispuso el procesamiento con prisión de V.J.K.F. por la comisión
de un delito de suministro de estupefacientes a título oneroso especialmente
agravado en calidad de autor, y de M.N.M.L, como presunta autora de un delito
previsto en el art. 31 del Decreto Ley Nº 14.294 en la redacción dada por la
Ley Nº 17.016, en la modalidad de venta.
FLORIDADIARIO
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