EL
ROBO
La hija del arrendador del comercio se retiró durante
breves instantes con el propósito de realizar una diligencia y al regresar
descubrió que habían roto un vidrio y notó la falta de la citada suma de
dinero, producto de la recaudación obtenida de las apuestas de quinielas. El
hombre que arrienda el kiosco, Miguel Pérez, señaló a EL HERALDO que
también había salido momentos antes a llevar el camión al taller, y que cuando
regresó se encontró con la policía en el lugar, enterándose del robo. Además
del dinero, faltaban varias cajas de cigarrillos.
ALGÚN CONOCIDO
“Había ido al taller en la mañana y mi hija fue a hacer un
mandado al centro; cuando yo llegué, antes que ella, me encontré con la
policía, una vecina del barrio y me habían roto el vidrio. Cuando la policía me
dejó abrir llegó mi hija y resulta que faltaba la plata de la Banca, las
boletas con aciertos y los cigarros. Tiene que ser conocida la persona porque
no se llevaron la computadora ni la máquina de la quiniela”, indicó Pérez.
SIN RESULTADOS
En virtud del breve lapso de tiempo en que se produjo el
hurto, se estima que los movimientos de la mujer que atendía el kiosco fueron
estrechamente vigilados por los responsables del ilícito. Fuentes consultadas
por EL HERALDO indicaron que en la zona se han registrado otros robos
de similares características en los últimos días. Las averiguaciones realizadas
por la Policía con el objetivo de esclarecer el nuevo ilícito no dieron hasta
el momento resultados positivos.
EL HERALDO
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