martes, 16 de junio de 2015

“Soy la doctora Milvana Salomone”

Abel Cabrera y Etel Damiano, vecinos de Progreso  que auxliaron a la Dra. Salomone. 
Milvana Salomone fue trasladada por los secuestradores en el baúl de un vehículo hasta la Ruta 32. Allí fue tirada en una cuneta. Sus secuestradores le dijeron: “Contá hasta quinientos y después pedí ayuda”. Sentía frío y caminó unos metros hasta que llegó a una vivienda. Golpeó en la ventana y cuando el matrimonio se acercó a la puerta dijo: “Soy la doctora Milvana Salomone”.
EL REENCUENTRO
La dueña de casa relató que Milvana pidió el teléfono y muy emocionada habló con su padre y su hermano. “Estoy viva”, dijo llorando. Luego pidió calma y les explicó que se encontraba bien. No sabía dónde estaba, tuvo que pedirle al matrimonio la dirección para que su familia la fuera a buscar.
En la espera, mientras comía peras en almíbar, contó que no sabía donde estuvo secuestrada, pero presumía que era una zona rural porque, desde el sótano de una finca, escuchaba pasar un ómnibus en la mañana y otro en la tarde. Dijo que comió bien y recibía los diarios todos los días. “Estaba muy bien, clarita”, dijo la dueña de casa. “Milvana pensó que cuando la tiraron a la cuneta le pegaban un tiro. Ella venía en el baúl del auto, no sabía dónde estaba", dijo.
"Cuando viene el hermano a buscarla se abrazaron y lloraron, ella le dijo que estaba bien y que la trataron bien", agregó la vecina.
La ginecóloga fue abandonada en Camino Del Gigante, una zona descampada cercana a la localidad de Progreso. Cerca del lugar funciona el Haras Cuatro Piedras, un establecimiento de cría de caballos árabes perteneciente al hermano de Milvana Salomone.

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