jueves, 12 de junio de 2014

El Mundial 2014 arrancó con Jennifer López en un balón

Con los mismos brillos de las pantallas que componían la bola ubicada en el centro del terreno, emergió ante la bandera de Brasil primero Claudia Leitte, vestida con un sugerente corpiño de lentejuelas azul y ya interpretando las primeras estrofas de la mundialmente conocida “Brasil”.
Mientras la canción se fusionaba con los acordes del “We are one” (Ole Ola), tema oficial de la Copa-2014, el elevador interior del esférico subía a sus dos cointérpretes: Jennifer López y el rapero Pitbull.
La actriz y cantante estadounidense iba enfundada en un impresionante body verde de lentejuelas, mientras que Pitbull no dejó de lado para la ocasión sus tradicionales gafas de sol, aunque esta vez las completó con una camiseta amarilla de Brasil.
Los tres demostraron que saben enfrentarse bien a una audiencia mundial y disfrutaron de mucho más protagonismo, tanto en el estadio como en la televisión, que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y los otros 11 jefes de Estado presentes este jueves en Sao Paulo, que apenas se vieron.
También estuvo presente en el evento el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que por fin vio en marcha en esta agradable tarde soleada al Arena Corinthians, uno de los grandes dolores de cabeza de los organizadores.
TESOROS DE BRASIL 
Como las auténticas superestrellas internacionales, se hizo esperar hasta el último momento, e incluso llegó a dudarse de su presencia en el estadio a menos de una semana de la inauguración, pero ‘JLo’ revolucionó al público de un estadio casi completamente amarillo.
Sin embargo, no todo el mundo hizo caso a Claudia Leitte, que el martes había pedido a los aficionados que llegaran pronto al estadio para no perderse el show, ya que al comienzo de la ceremonia (18H15 GMT) el recinto estaba a unos dos tercios de su capacidad.
El grupo de 660 bailarines dirigidos por Daphné Cornez presentó un show dividido en tres partes: naturaleza, gente y fútbol, los “tesoros de Brasil”, según su coreógrafa.
El espectáculo fue subiendo en intensidad a medida que se acercaba al motivo que iba a reunir este jueves a más de 1.000 millones de personas frente al televisor en 200 países del mundo: el primer partido del Mundial de Fútbol.
Apenas pudieron escucharse con claridad las cuatro cuicas, unos tambores con un característico sonido agudo tradicional que se usan para la samba, con el que comenzó el espectáculo.
De los colores fríos que vistieron los artistas para representar la parte de la naturaleza, se pasó a los saltos de los capoeiristas y amalgama de músicas de este gigante país de más de 200 millones de personas, que acabó ‘sambando’ en la cancha del Arena Corinthians, según AFP.
Cada minuto del elaborado espectáculo requirió unas 20 horas de trabajo artístico y se necesitaron 84 horas de ensayo para coordinarlo.
LA REPÚBLICA

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