Unos
$ 10.000 fue el perjuicio económico ocasionado por los ladrones en un kiosco
ubicado en la esquina de Avenida Artigas y Andrés Romero de la ciudad de
Sarandí Grande al ser objeto del quinto robo desde su apertura, entre la noche
del viernes y la mañana del sábado, en el mismo horario en el que también se
produjo otro hurto en la segunda ciudad del departamento; más específicamente
en el cementerio de la localidad.
EN
EL KIOSCO
Los
malvivientes utilizaron una herramienta u otro objeto a modo de palanca para
forzar la ventana de atención al público, dañando en la maniobra un vidrio de
considerable tamaño. Allí se apoderaron de la máquina expendedora de los juegos
de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas, un caja que contenía boletas
de quinielas con aciertos y el dinero de clientes que pagan sus apuestas
quincenalmente, así como múltiples golosinas, entre otros efectos. Al retirarse
luego de cometer el hurto, los ladrones consumieron parte de las golosinas
sustraídas ya que los envoltorios fueron hallados diseminados en la vía
pública, marcando claramente el camino que recorrieron desde el kiosco donde
perpetraron el robo hacia el barrio Mevir III, ubicado a varias cuadras. En
consecuencia, la investigación iniciada por efectivos de la Seccional 4ª se
centró en ése complejo de viviendas, y surgieron sospechas que los responsables
del ilícito serían menores poseedores de anotaciones policiales, domiciliados
allí. En base a ésa y otras pistas obtenidas, personal de la citada dependencia
continúa trabajando en procura de esclarecer el ilícito.
EN
EL CEMENTERIO
En
la mañana del sábado también se descubró la falta de un equipo de radio usado
por los funcionarios de la necrópolis de Sarandí Grande. El aparato fue
sustraído desde la habitación que los funcionarios utilizan habitualmente como
lugar de descanso y depósito de herramientas. Al igual que en el hurto
registrado en el kiosco, se estima que el ilícito fue cometido por menores de
edad ya que en el sitio donde se encontraba el equipo de radio, de escaso
valor, se guardan herramientas que, pese a su elevado valor, no fueron
sustraídas. Pese a coincidir el horario en que fueron perpetrados los robos y
el perfil de sus presuntos autores, no existen hasta el momento elementos
vinculantes entre ambos ilícitos.
MARCHÓ
LA BICICLETA
Por
otra parte, en la noche del jueves una bicicleta antigua fue hurtada en la
noche del jueves frente al Centro Auxiliar Sarandí en la misma localidad. La
damnificada, funcionaria del nosocomio, notó su falta al culminar su turno
laboral. Datos obtenidos por EL HERALDO permitieron saber que un
birrodado de similares características habría sido visto frente al complejo
habitacional Mevir III; exactamente el mismo sitio donde se domicilian los
sospechosos del hurto en el kiosco.
EL HERALDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario