La
Justicia confirmó que un empresario oriundo de Sarandí Grande fue asesinado por su hijo cuando dormía, quien, junto a su hermano, coincidieron en declarar
que eran objeto de violencia física por parte de su progenitor, según surge del
expediente judicial, de carácter público, elaborado por la jueza Letrada de
Primera Instancia de 1er. Turno de Durazno, Dra. Andrea Caamaño, a cargo de la
causa, al que tuvo acceso EL HERALDO. Como se informó, el homicidio tuvo
lugar en el establecimiento propiedad del empresario, cerca de Blanquillo,
Durazno.
Interrogado
el menor en la sede judicial, detalló la forma en que cometió el crimen,
consumado el domingo. En determinado momento, el adolescente y su padre
comenzaron a discutir, dirigiéndose ambos con posterioridad a sus respectivos
dormitorios. Cuando su padre se durmió, el joven tomó un rifle de una
habitación contigua, lo cargó, se dirigió al dormitorio de su padre y le
efectuó dos disparos en la cabeza.
“VIOLENCIA
FÍSICA Y PSICOLÓGICA”
El
adolescente expuso ante la jueza Caamaño un extenso relato de los episodios de
violencia física y psicológica a los que, según el matador, los sometiera su
padre tanto a él como a su hermano menor de 15 años, sin que la madre de ambos
tuviera conocimiento.
El
adolescente procesado por matar a su padre calificó a éste como un hombre
“controlador y violento que los castigaba cuando no hacían lo que él quería, y
no les permitió tener amistades ni vincularse con otros integrantes de la
familia”. Agregó que “cuando iban al campo con su hermano, si contradecían a su
padre, éste inmediatamente los castigaba, usando, dijo, “cualquier objeto, como
rebenques”. Según las palabras expresadas ante la sede judicial por el joven,
consumidor de drogas que asesinara a su padre dormido y luego saliera a
divertirse, su progenitor usó también “picanas”. Al respecto, recordó que
“estaban en Montevideo, y como la víctima entendía que sus hijos le habían
desobedecido, los hizo acostar en el piso, utilizó la picana y además los
golpeó con los pies”. Añadió que “luego les decía que si les quedaba alguna
marca en el cuerpo, refirieran a su madre que habían tenido una pelea con
amigos o que se habían golpeado involuntariamente”.
SU
HERMANO “COINCIDIÓ”
Interrogado a la vez por la Justicia, el hermano del
matador coincidió con lo expresado por éste. Finalmente, el documento, de
carácter público, recoge la resolución judicial de la magistrada actuante,
quien dispuso el inicio de un proceso infraccional al adolescente por la
presunta comisión de una infracción gravísima a la ley penal, tipificada como
un delito de homicidio especialmente agravado. La jueza ordenó, como medida
cautelar, la internación del adolescente en dependencias de Inau por el plazo
de 90 días y señaló una audiencia evaluatoria a celebrarse el 31 de mayo, a la
hora 13 y 30.
EL
HERALDO

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