lunes, 22 de diciembre de 2014

Violento robo a anciana que fue hallada maniatada en la calle

Arriba: la anciana atacada. Abajo: el lugar donde la anciana
fue dejada tirada y amordazada.
La madrugada del sábado 20 de diciembre no será recordada como una noche cualquiera por Elsa del Luján Oviedo y su familia. La mujer, de 87 años y con serias dificultades para desplazarse por su cuenta, fue maniatada por dos delincuentes que intentaban robar un dinero que nunca encontraron.
La anciana, que vive con su hija y su  yerno en una vivienda ubicada en la calle 19 de Junio esquina Andresito, vivió momentos de verdadero terror y relató con angustia lo sucedido.
“Me acosté y estaba entredormida; sentí que una persona me tomó así (explica llevándose las manos a la nuca, dando a entender que la sujetaron de atrás) y me sacó de la cama para afuera”, comentó la señora.
Los delincuentes, de los que no se tiene pista por el momento a pesar de algunas indagaciones realizadas por personal policial, no consideraron suficiente maniatar a la débil anciana, sino que la llevaron al patio de la casa, donde la retuvieron mientras buscaban algo que llevarse.
“Cuando salimos había otra persona parada esperando. No tenían la cara tapada. El otro entonces me tapó la boca con unas medias que yo tenía y los pies, y me dejaron tirada. Me dijeron que esperara que iban a hacer un mandado y entraron a la casa”, contó Elsa a El Heraldo.
PENSARON QUE ESTABA MUERTA
La irrupción de los delincuentes, que se produjo cerca de las 5:30 de la madrugada, no fue el final de la historia, sino apenas el comienzo. Tras no encontrar dinero en efectivo ni objetos de valor que llevarse, los captores de la anciana decidieron abandonarla tirada en el frente de su casa, vestida tan sólo con su camisón.
Graciela Castellini, la hija de Elsa, relató con gesto de impotencia la situación vivida:
“Me levanté 7.40, fui al cuarto de ella (la madre) porque me extrañó ver la estera levantada y la puerta de la calle abierta. Me asomé y vi los cajones de la cómoda abiertos y la cama destendida”.
La situación era particularmente extraña, por lo que no dudó en suponer que algo no andaba bien.
“Imaginate, ella no camina, apenas con el bastón. Estaba el bastón contra la cabecera de la cama y ella no estaba. Fui al baño a ver si estaba ahí, al patio, la busqué por todos lados, y no aparecía”, explica la hija.
Inmediatamente fue a llamar a su marido para alertarlo de la ausencia de la anciana: “Levantate que mamá no está” le dijo. A lo que este replicó: “¿Cómo no va a estar si no camina?”.
La mujer cuenta que en ese momento salió corriendo a llamar a su hija, nieta de la anciana, que vive en el fondo de la misma vivienda. “Mi marido en tanto salió a la vereda, y al ir al garaje la encontró ahí tirada en un rincón maniatada”.
“Ahí me gritó: ‘¡Está acá tu madre!’, pensando que estaba muerta porque estaba fría. La levantaron con mi hija y me dijeron que me tranquilizara que había abierto los ojos; la entramos y la abrigamos”.
“No alcanzaron a robar nada, la plata no la encontraron porque estaba bien escondida”, concluyó.
 MALA ATENCIÓN
Graciela no dudó en denunciar lo que ella considera fue una muy mala atención por parte del equipo médico del hospital que, con mucha demora, llegó tras el llamado de emergencia.
“Se portó muy mal la doctora del Hospital porque no venía nunca, quería saber la información de la Policía; primero tenía que atenderla ella, no la Policía. Después la atendió así, más o menos. Mi hija le pidió que por favor le tomara la presión, porque es hipertensa y diabética. La atendió por arriba nomás, porque tenía que entregar el turno y el chofer (de la ambulancia) le decía ‘Atendela, atendela’. La atendieron como todas las cosas de la salud. Ahí enseguida se llamó a la policía”.
UN SOSPECHOSO
Según contó la hija de la anciana, este domingo la policía había detenido a una persona para tomarle declaraciones como posible autor del robo.
“Tienen a una persona tomándole declaraciones, pero es enfermo (tiene problemas mentales supuestamente). Lo tuvieron en declaraciones y lo dejaron ir. El muchacho (de unos 30 años) declaró que él estaba en Candela (un boliche de la zona) y de allá sintió los gritos de ella y vino corriendo a desatarla. Es mentira porque cuando la encontramos estaba atada”.
UN LUGAR CONFLICTIVO
Otro de los problemas que surge tras el violento robo que sufrió la anciana, es la presencia del boliche “Candela”, que se encuentra en el barrio y ha motivado reiteradas denuncias por parte de los vecinos en los últimos años.
“No tiene arreglo”, resume Graciela. “En un barrio tan tranquilo como era éste, tenés que vivir encerrado. Con el calor que hace ahora de noche, por el ruido del boliche y la gente que viene ahí, que se adueña de las veredas. Todo el barrio se ha quejado pero no hacen nada.”
EL HERALDO


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