La gente quedó golpeada. La desilusión le
terminó ganando por goleada. El 3 a 1 que le aplicó Costa Rica se sufrió más de
la cuenta. Es que había demasiada locura. Mucho triunfalismo en la calle.
Y como dijo Lugano,
después de eso “el cachetazo es más fuerte”. Pasadas las horas la gente
traslada la inquietud: ¿y ahora? ¿Clasificamos? ¿Cómo levantamos esto?
Claro que hay respuestas de todo tipo.
Sin embargo, mirar los antecedentes puede llegar a ilusionar.
Es que este grupo seleccionado, cada vez que se vio expuesto a una situación límite, la sorteó.
Los antecedentes van desde la Copa América de 2007, pasando por las dos eliminatorias, los dos repechajes y la Copa América de 2011.
El equipo de Tabárez demostró siempre tener un plus extra que le permitió sobreponerse a los golpes de turno.
Y si bien las cosas se definen en la cancha, los uruguayos pueden agarrarse de esta breve historia, construida por los mismos que fueron golpeados el pasado sábado y que, una vez más, quedaron con la soga al cuello para demostrar que son capaces de salir de esta situación.
EL OBSERVADORSin embargo, mirar los antecedentes puede llegar a ilusionar.
Es que este grupo seleccionado, cada vez que se vio expuesto a una situación límite, la sorteó.
Los antecedentes van desde la Copa América de 2007, pasando por las dos eliminatorias, los dos repechajes y la Copa América de 2011.
El equipo de Tabárez demostró siempre tener un plus extra que le permitió sobreponerse a los golpes de turno.
Y si bien las cosas se definen en la cancha, los uruguayos pueden agarrarse de esta breve historia, construida por los mismos que fueron golpeados el pasado sábado y que, una vez más, quedaron con la soga al cuello para demostrar que son capaces de salir de esta situación.
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