lunes, 17 de febrero de 2014

Un deslucido y desorganizado carnaval en Florida empañó un buen desfile

Ni brillo, ni luz, y el color más bien pálido. Las agresiones, la falta de respeto, la presencia interminable de menores, adolescentes y hasta algún mayor también, combinado con la falta de vallado, iluminación, elementos de alegría y principalmente organización de diferentes detalles desde lo estructural hasta lo comercial, se concentraron en el “tubo” de la calle Independencia que lo único que demostró, fue un cúmulo de ítems para deslucir por completo el trabajo de cientos de personas que luchan para “salir” una o dos veces, y no quedar con un sabor amargo de lo que debería ser una fiesta.
DIFICULTADES PARA LA PRENSA
Ni que hablar del trabajo para los periodistas, camarógrafos, fotógrafos, funcionarios de las empresas de señal por cable, y todo aquel que tenía que trabajar para cubrir la actividad. Nada más incómodo fue la tarea de este año: decenas de transeúntes se cruzaban constantemente, impidiendo obtener esa imagen o fotografía que busca quien la saca, y no de acuerdo a quien se cruce.
“Ahora ya aparece la comparsa…”, decía el conductor o la conductora de televisión y entonces: un joven junto a otro adolescente, haciendo “caritas”, deteniéndose incluso delante de la cámara y siguiendo luego con la molestia hacia quienes estaban sentados en mesas y sillas.
Esas mesas y sillas que también suponen una eliminación de espacios que, ya son pocos, y lo fueron aún menos en esta oportunidad. Y este es apenas un detalle organizativo.
DESORGANIZACIÓN
Contrario al pasado año cuando hubo cierta puntualidad y buen espacio de tiempo entre conjuntos, este año todo quedó por el camino.
Fijado para las 21 horas, fue recién sobre las 22 cuando el desfile se puso en marcha, en una espera que preocupó a los artistas que, según se indicó, estuvieron a tiempo, ya que muchos fueron consultados al respecto.
La Policía también fue consultada por FloridAdiariO por falta de vallado y elementos de seguridad. “No sabemos, pero no hubo vallas. Eso funcionó muy bien el año pasado y se tenía muchísima menor presencia de menores”, indicó un jerarca.
SIN CABEZUDOS POR LAS AGRESIONES
La falta de mascaritos, cabezudos y otras figuras también sorprendieron, pero fue la presencia de menores y las agresiones, las que disuadieron de la participación, según esbozó la organización. Una organización, que ante esa excusa, parece contar de antemano con una alta de presencia de agresores como parte del desfile.
A excepción de la falta de más scolas que ponen generalmente mucho ritmo y color al espectáculo, el desfile tuvo destacada presencia en todos los grupos y los dos carros -el de reinas que sufrió agresiones y el de rehabilitados de Patronato de Encarcelados- que lucieron muy bien para el público.
Las comparsas pusieron el destacado sonido, las vedettes sus brillantes galas y sonrisas, y los bailarines sus mejores pasos. Momo, en cambio, parece haber estado con poco ánimo para organizar y no acompañó un carnaval al que le faltó mucho para que fuese una fiesta.
FLORIDADIARIO

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