Esperan Juntos

José Núñez (48) y otras cuatro personas esperan “la casita”. Viven entre el río y un basurero y uno de ellos lo hace desde hace casi tres años.
En las últimas horas surgió la posibilidad de que el Plan Juntos, a través de la Mesa Interinstitucional, incluya la situación en sus planes para solucionar al menos, el problema de vivienda para ambas familias que ven lejanas sus posibilidades de recuperarse laboralmente y lograr un techo propio a estas alturas de sus vidas.
El Mides, a través de sus asistentes sociales hizo un relevamiento en el lugar. Luego fue la comuna que también relevó la posibilidad de una vivienda, hasta que ahora llegó el Plan Juntos.

“Estamos trabajando con la Mesa Interinstitucional a través del Plan Juntos y con el ministerio de Vivienda para ver si podemos ver que sea por ahí o buscarle alguna solución por otro lado”, dijo el director de Urbanismo de la comuna Marcos Pérez, en declaraciones a CW33 La Nueva Radio.

“Están pasando mal de verdad. Una de las familias está ahí porque el discapacitado incendió la casa en que vivían. Es una situación bastante embromada y tenemos que buscar lo mejor de la sociedad para solventar este tema”, agregó en el programa “Exitorama Siglo XXI” del medio radial. Y fue por ese medio que las personas se enteraron.

“Tenemos por lo menos una radio a pilas para escuchar las noticias”, dijeron a FloridAdiariO en medio del camino de barro que lleva a sus ranchitos de chapa y cartón, donde no había un solo lugar seco.

“CONTENTOS”

Para José es la noticia de “la semana”. O tal vez la del mes o la de los tres años que hace que allí vive.

María (42), es su pareja. Teresa, de 72 años es la más veterana y acompaña a su hija y a Alejandro, un discapacitado intelectual de 39 años al cual le habían quitado su pensión cuando tenía 18 años.

Wilson, de 48 años, es quien tiene trabajo, en el Mides y apoya a los demás en la peripecia de estar sin casa y sin trabajo.

“Acá la situación es crítica. No hay luz, no hay agua. Ya hemos andado en vueltas buscando soluciones pero hay que esperar”.

José contó a FloridAdiariO que vivir allí es complejo. No solo la policía concurre en busca de objetos robados, sino que además hay un basural a pocos metros en constante formación y limpieza.

“Vienen y tiran de todo. Y lo hacen camionetas, autos y camiones. No es la gente de la zona, es gente de otro lado que viene y tira. Y te puedo asegurar que tiran de todo porque por los olores te das cuenta”.

Si bien la comuna lo limpia ocasionalmente, el lugar vuelve a ser utilizado como vertedero informal.

José espera abandonar pronto toda esta situación: “Me enteré por la radio a pila. Lo tomó con tranquilidad, esperanza e ilusión. Y tenemos fe en que Dios nos va a dar una manito”.

FLORIDADIARIO