El desempleado, de nombre Carlos, estaba contando al aire su situación, ya que a pesar de que tiene distintos cursos de formación, la decadente economía española y el récord de desempleo le impiden acceder a un puesto laboral.
El hombre contó a la conductora del programa, Rosa García Caro, que debido a la difícil situación no ha tenido otra posibilidad más que refugiarse en la calle, en un sitio que ubicó como “enfrente del Mercadona”, en la zona de Ciempozuelos, entre Madrid y Toledo.
De pronto, la conductora radial dio paso a una llamada inesperada. La llamada era de Luis, un empresario que tiene una fábrica de pan en Ciempozuelos, el mismo lugar donde Carlos vive en la calle, y le ofreció la posibilidad de reunirse para ofrecerle trabajo.
El hombre desempleado rompió en llanto, mientras le preguntaba una y otra vez: “¿No me digas que me vas a dar trabajo?”. “Tranquilo, yo estoy más nervioso que tú”, replicaba el empresario. “No me lo creo, no me lo creo”, repetía Carlos entre lágrimas. También sorprendida, la locutora agradeció al empresario y le dijo: “Gracias por emocionarnos a todos”.
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