El maestro Julio Castro, oriundo de La Cruz. |
Un peritaje del Equipo de Antropología Forense de la
República Argentina determinó que los restos hallados el pasado 21 de octubre,
en las entrañas del Batallón de Paracaidistas Nº 14 de Toledo, correspondían en
un 99,999994%, al maestro Julio Castro, desaparecido en agosto de 1977 tras su
detención por parte de efectivos del Servicio de Información y Defensa (SID).
El juez Penal de 2º Turno, Pedro Salazar, con la presencia
del fiscal Ariel Cancela, informó ayer a los familiares de Castro sobre los
resultados de los exámenes de ADN de los restos hallados en el Batallón Nº 14,
así como del resultado del informe preliminar del Instituto Técnico Forense
(ITF) sobre la causa de su muerte. El mismo demostró que “fue una ejecución”,
declaró ayer Hebe Castro, hija del maestro.
Los médicos Rosana Manikowski, Rafael Roo y María Imbert
elaboraron un informe por el cual se pretendió determinar “la data de la
muerte, la causa y la etiología médico-legal de la misma”. En este sentido, el
informe establece la existencia de lesiones óseas y “el hallazgo de ligaduras
de ambas manos en posición anterior, con nudo fuertemente ajustado así como un
alambre asociado a la región de los tobillos y un fragmento de costilla con
fractura de características perimortem permiten establecer la situación de
apremios físicos asociados al momento de la muerte”.
Empero, la causa de la muerte fueron “lesiones” que se
encontraron en región craneal y vértebras cervicales. “Se trata de lesiones
extensas que alcanzan todo el cráneo, con un gran conjunto de fracturas y
faltantes de huesos que se corresponden a lo que se denomina ‘estallido de
cráneo’”, por cuanto una “circunferencia” en la zona frontal del cráneo
corresponde a un “orificio de entrada de proyectil de arma de fuego”. Sin
embargo, debido a la ausencia de múltiples sectores de hueso, así como a la
destrucción de los sectores remanentes, “no puede descartarse que haya existido
más de un disparo”.
El informe destaca además la existencia de fragmentos de
plomo rescatados, tanto intracraneales, como del entorno inmediato al cráneo
“fueron entregados al perito balístico”. Sin embargo, por tratarse de restos
esqueletizados, “no es posible establecer una causa de muerte certera, sino la
determinación de la causa mas probable”. La “causa más probable de muerte es el
disparo de arma de fuego a nivel craneal”. Ante esto, el juez Salazar nombró
una Junta Médica, integrada por tres peritos forenses del ITF para profundizar
el estudio y otorgar mayor garantía de los resultados.
CONMOCIÓN Y TRISTEZA
El secretario de la presidencia, Alberto Breccia, dijo que
se logró llegar al cuerpo de Castro sin “ningún dato concreto” sobre su
paradero más allá de que una cantidad de indicios llevaba a establecer esa zona
como de particular interés para el hallazgo de restos humanos. Asimismo,
Breccia aseguró que las conclusiones de la Comisión para la Paz donde se
informó que los restos de Julio Castro habían sido exhumados y tirados al mar,
pudieron deberse a un error “no deliberado”. La información errónea pudo
deberse a una “deformación de los hechos posteriores (de su muerte),
intencional o no”, dijo. Breccia aseguró además que el presidente de la
República, José Mujica, recibió la noticia con una “profunda conmoción” y
“tristeza”.
LA RED 21
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