La asamblea de la Federación Nacional de Sindicatos Policiales (Fenasip) resolvió ayer que un grupo de 20 policías comience una huelga de hambre en reclamo de mejores condiciones laborales.
La medida comenzará el próximo 10 de junio, con alrededor de 20 funcionarios en siete puntos del país, de los cuales ya están confirmados los departamentos de Montevideo, Artigas, Florida, Rivera y Paysandú.
El presidente del sindicato, Otilio Ferreira, dijo que se trata de “las pocas medidas que se encontraron para poder reclamar sin perjudicar la seguridad pública”, tal como ha sido la línea adoptada desde hace cinco años, cuando se crearon los gremios, recordó. Ferreira aseguró que a 90 días de haber asumido el nuevo ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no han sido recibidos.
Según el dirigente, hay reclamos que “siguen sin tener respuesta”, como el atraso en los pagos del servicio 222, situaciones de persecución sindical y condiciones de trabajo insalubres. Agregó que en el caso del personal de la guardia de Coraceros y Granaderos, estos son obligados a cumplir con el 222 cuando es optativo. “A los compañeros los obligan a concurrir a los servicios muchas veces cuando están dentro de su día de descanso”, afirmó.
Otra de las situaciones por las que hay disconformidad es la discusión de los salarios y de otros temas presupuestales que, según Ferreira, “se conversan entre los jefes y el Ministerio, sin conversarlo con la federación y los trabajadores”. En la asamblea, de la que participaron alrededor de 120 policías, también se remarcaron las diferencias que existen con las autoridades respecto a las sanciones pecuniarias que están en vigencia desde que quedara sin efecto la privación de libertad. “Es el mismo sistema de sanción, cualquier jefe porque se levantó mal te sanciona y después andá a reclamar. El funcionario policial tiene tres sanciones en una: una va al legajo, que le tranca la carrera, le cobran y después lo hacen ir a trabajar. Si se lo suspende en sus funciones, se lo suspende en sus funciones, pero acá se le descuenta y se lo hace ir a trabajar”, concluyó.
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