La
Justicia desestimó la demanda promovida por una floridense contra la firma
Porto Seguros del Uruguay a raíz del incendio del auto que su hijo le prestara
a un poderoso narcotraficante y que fuera siniestrado intencionalmente durante
la ejecución del criminal, según surge de la sentencia definitiva aprobada el
miércoles en el Juzgado Letrado Civil de 19º Turno; en un documento que acaba
de hacer público el Poder Judicial.
SENTENCIA
Según
la sentencia, la floridense promovió demanda por responsabilidad contractual
contra la citada aseguradora, expresando que contrató la póliza de seguro del
automóvil BMW modelo 3181, año 2012, matrícula OAB 9358, padrón 111.244 del
departamento de Florida, del que es promitente compradora. Dijo que celebró el
compromiso de compraventa el 9 de julio de 2013 y en la misma fecha el contrato
de seguro contra todo riesgo (por daños propios del vehículo, hurto, incendio y
responsabilidad civil), pagando la totalidad de la cobertura en seis cuotas. El
26 de julio de 2013, prestó el auto a Jorge Alfano, enterándose posteriormente
que el vehículo había sido incendiado en el km. 87 de la ruta 3, siendo totales
los daños y falleciendo su conductor.
PRESTADO
A CRIMINAL
No
obstante, en la investigación llevada a cabo por la mencionada sede judicial se
estableció que el auto no fue prestado a Alfano por la demandante sino por el
hijo de ésta, Matías Sosa, poseedor de antecedentes penales y miembro de la
banda de narcotraficantes liderada por Alfano. La amistad con Alfano fue
admitida por Matías Sosa, quien señala que conocía al traficante “de la
cárcel”, siendo reconocida además esa relación por la esposa del fallecido, al
igual que otras personas interrogadas en las actuaciones penales. En
consecuencia, el tribunal desestimó la demanda en virtud del “agravamiento del
riesgo”, previsto en el artículo 34 de las Condiciones Generales del seguro de
automóviles, al prestarle su auto a un criminal, y deslindó de responsabilidad
a la aseguradora.
LA
EJECUCIÓN
El
automóvil BMW fue hallado incendiado, con un impacto de bala. Poco después, a
unos 8 kilómetros del lugar donde apareció el auto, se encontró el cadáver de
Jorge Omar Alfano García (36), un hombre con seis antecedentes penales por
delitos de hurto, violencia privada, y narcotráfico. Había estado entrando y
saliendo de cárceles de San José, Canelones y Montevideo desde su adolescencia.
Y, con un disparo en la zona lumbar y otro en la nuca, terminó su carrera.
Antes
de su muerte, Alfano, junto al amigo que le prestara el auto y otras siete
personas, conformaban una organización internacional de narcotraficantes (uno de
ellos un conocido contratista de fútbol) que resultaran procesados en un
importante operativo antidrogas.
EL
HERALDO