“Estoy bien, esperando qué van a hacer los médicos para ver
si me sacan las balas”, manifestó Beatriz Abreu, quien salvó su vida de
milagro. “Tengo dos balas alojadas, una cerca del cerebro, que esa no me la van
a sacar; veremos que hacen con la otra”.
Abreu narró cronológicamente lo ocurrido el pasado
miércoles en la noche: explicó que el maleante ingresó a la casa cuando se
hallaba cocinando acompañada por otra persona mayor, y amenazándola con un arma
de fuego le exigió el dinero. “En principio pensé que era una broma, pero cuando
le hablé me pegó dos tiros a quemarropa con un calibre 22”, dijo. “En ningún
momento perdí el conocimiento, y lo corrí con una pala, no se llevó nada”,
añadió.
“El caño del arma estaba todo oxidado, pensé que era de
juguete. Estoy segura que el atacante era uruguayo” aseveró Beatriz Abreu, y
aclaró: “Esto no fue ningún ajuste de cuentas, porque no me llevo mal con nadie.
El hombre fue a robarme, nada más” dijo.
BALAZOS CON SUERTE
El desconocido disparó dos veces el arma que
portaba. Los disparos dieron en la cabeza de la mujer, pero las balas no
atravesaron el hueso del cráneo, lo que seguramente hubiera provocado una
herida mortal.La mujer fue trasladada inmediatamente a un centro asistencial de la zona, para ser posteriormente trasladada a Florida, donde fue internada en el Sanatorio de Comef.
