Un médico ginecólogo fue procesado con prisión en febrero por el fallecimiento de
una mujer de 21 años a la que se le practicó un aborto clandestino en la
localidad de Nico Pérez.
El médico, de nacionalidad colombiana y que está en prisión domiciliaria en su
casa de Nico Pérez, fue entrevistado por el diario capitalino El País a quien
comentó que lo dejaron “sin un peso” y que vive “gracias a la ayuda de la
Iglesia Católica” y negó las acusaciones.
Desde
la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) contaron a El País
que el médico ya perdió el cargo que tenía por Comisión de Apoyo y que “está en
marcha un sumario administrativo por el cual perderá también otro cargo” que
tiene como funcionario presupuestado.
Además, el ginecólogo trabajaba en la Cooperativa Médica de Florida (Comef). “No me hicieron ni una llamada, vivo gracias a la ayuda que me dan”, enfatizó el doctor.
Además, el ginecólogo trabajaba en la Cooperativa Médica de Florida (Comef). “No me hicieron ni una llamada, vivo gracias a la ayuda que me dan”, enfatizó el doctor.
El
ginecólogo fue condenado por ser el “autor penalmente responsable de un delito
de aborto con consentimiento de la mujer con resultado de muerte”.
El esposo de la víctima, de iniciales D.A.G.O., fue también procesado con prisión “como coautor penalmente responsable de aborto”.
El esposo de la víctima, de iniciales D.A.G.O., fue también procesado con prisión “como coautor penalmente responsable de aborto”.
COBRABA
El
auto de procesamiento, al que accedió El País, advierte que el profesional
cobraba 500 dólares por el procedimiento y cuenta además que la víctima, que ya
tenía una hija y no quería tener más, vendió una moto por 15.000 pesos para
pagarle.
Dice también que la mujer, residente de Maldonado, supo por un conocido qué el podría hacer el aborto, siendo que ya estaba en la semana número 19 de gestación y la ley que despenalizó el aborto en 2012 establece que se puede hacer hasta la semana 12.
Dice también que la mujer, residente de Maldonado, supo por un conocido qué el podría hacer el aborto, siendo que ya estaba en la semana número 19 de gestación y la ley que despenalizó el aborto en 2012 establece que se puede hacer hasta la semana 12.
El
texto señala que la pareja alquiló un vehículo para viajar a Florida y
encontrarse con el ginecólogo. El 21 de enero, el médico la habría atendido en
Comef. Allí le colocó una sonda y “le manifestó que el único peligro es una
posible infección”. Y le dijo que “iba a sentir dolor y contracciones, y que
luego expulsaría el feto”.
Tras esto la joven fue llevada a la casa de su suegra, donde se mantuvo en reposo, en la ciudad de Minas. La señora contó a la Justicia que el médico fue a la casa y que le practicó el aborto a su nuera con unas tijeras.
Tras esto la joven fue llevada a la casa de su suegra, donde se mantuvo en reposo, en la ciudad de Minas. La señora contó a la Justicia que el médico fue a la casa y que le practicó el aborto a su nuera con unas tijeras.
La
víctima terminó expulsando el feto. Hizo una sepsis con repercusión renal,
respiratoria y trastornos de coagulación. Terminó falleciendo el 20 de febrero
en Maldonado.
“Todo lo que se dice es mentira. Es verdad que yo fui a esa casa, pero fue para atender a la mujer”, se defendió el galeno en la conversación con El País.
EL
HERALDO“Todo lo que se dice es mentira. Es verdad que yo fui a esa casa, pero fue para atender a la mujer”, se defendió el galeno en la conversación con El País.
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