Un informe oficial reconoce que en la zona baja de la cuenca del Santa Lucía, es decir desde la ciudad de Canelones y Aguas Corrientes hasta el cierre de la cuenca, la situación por la contaminación es "crítica".
Además, se admite que la calidad del agua
se está viendo afectada.
"Esta área tiene el aporte de
fuentes difusas y varios focos de contaminación puntual, coincidentes en un
importante porcentaje con las ciudades de La Paz, Las Piedras y Progreso sobre
el eje de la ruta 5, agravado por condiciones de bajo caudal en algunas épocas
como en el caso del arroyo Colorado", advierte el trabajo del Ministerio
de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medioambiente (Mvotma).
El
escrito, titulado ‘Atlas de la cuenca del Río Santa Lucía’, precisa que hay una
segunda área de situación crítica en la ciudad de Florida, donde se
"combina contaminación difusa y puntual".
La contaminación difusa corresponde, por
ejemplo, a aquella que es ocasionada por la agricultura; la puntual, en tanto,
a puntos específicos de contaminación por descargas de cloacas, desechos industriales
o de los tambos.
El Ministerio de Vivienda reconoce en el
texto que "el problema afecta más a la calidad del agua que a la
cantidad" y explica que "en algunas épocas del año, el efecto
combinado de mayores temperaturas con menores precipitaciones puede afectar la
calidad del agua debido al menor poder de dilución".
El texto insiste en que "la parte
sur de la cuenca desde las ciudades de Canelones y Aguas Corrientes" es
"particularmente grave por su extensión y por la cercanía a la toma de
agua".
También se señala que las subcuencas de
los ríos San José y Santa Lucía Chico tienen "valores altos de sólidos
totales en suspensión, vinculados a procesos erosivos". Añade que de
acuerdo con un relevamiento de la Dirección Nacional de Medioambiente (Dinama),
que depende del Ministerio, "el embalse de Canelón Grande se mantuvo con
niveles de turbidez de agua por encima del umbral desde el año 2008 hasta el
2012" y que "los arroyos Canelón Chico y Canelón Grande sobrepasaron
el umbral de los años 2009 y 2011".
El informe dejó en claro que el aumento
de la erosión se debe a "las malas prácticas agrícolas" y a la
degradación de los montes nativos ribereños, lo cual afecta los efectos
negativos de la erosión. Además de esto, se enumeran otras fuentes de
contaminación atadas a los tambos y a la actividad industrial.
Al asumir la Presidencia, Tabaré Vázquez
instó a sus ministros a no demorar la implementación de medidas que solucionen
el problema de contaminación en el río Santa Lucía, ante el riesgo de que OSE
no logre potabilizar más el agua, debido a los costos que esto genera.
Tras recibir un informe del Ministerio de
Vivienda que advertía sobre "el creciente problema de floraciones algales
de cianobacterias potencialmente tóxicas en el cuerpo del agua", lo que
"indicaría un riesgo potencial de toxicidad en el agua de distribución,
con encarecimiento y dificultades en el tratamiento del agua a
potabilizar", Vázquez se reunió con la titular de la cartera, Eneida de
León, su colega de Industria, Carolina Cosse, y de Ganadería, Tabaré Aguerre, y
les advirtió que el problema de contaminación en el Santa Lucía iba a ser un
tema "crucial" para su administración.
Semanas atrás la ministra de Vivienda, De
León, consultada por la presencia de algas en los cursos de agua, dijo que esto
"se ha visto agravado por el fósforo y otros elementos que van a los
cauces producto especialmente de las agroindustrias más que de los
saneamientos".
"EVENTOS EXTREMOS" POR CAMBIO CLIMÁTICO
Además de la calidad del agua, el informe
del Ministerio de Vivienda que fue realizado entre agosto y diciembre del año
pasado, señala que "los modelos climáticos para fin del siglo XXI
proyectan en nuestra región" un "aumento de la variabilidad y de la
frecuencia e intensidad de los eventos extremos". En este sentido, se
señala el aumento significativo en la intensidad de las precipitaciones, de la
duración de las olas de calor e inundaciones. Esto, sostiene además el informe,
arrastrará "problemas de salud en los sectores más vulnerables del punto
de vista físico (deshidratación, infecciones, etc., fundamentalmente en niños y
adultos mayores) y social (necesidades básicas insatisfechas, viviendas
precarias)".
HERBICIDA AFECTA A LOS VECINOS
"En la Laguna del Cisne están
contaminando toda la zona, donde hay plantaciones de soja, con herbicida. No
solo contamina la tierra y el agua, sino también a la población. Hay vecinos
afectados que debieron recibir atención médica. Tenían nauseas y vómitos",
denunció a El País la senadora nacionalista Carol Aviaga.
La Laguna del Cisne abastece de agua la
zona que va desde el peaje de Pando hasta el Arroyo Solís, lo que equivale a
una población de unas 170.000 personas. Aviaga sostuvo que vecinos de la zona
ya hicieron la denuncia a la Seccional 17a de Atlántida.
"Este es un tema que se arrastra
desde hace cinco años, cuando se empezó a plantar en la zona aledaña a la
Laguna del Cisne. Allí hay unas extensiones importantes de campo en las que se
está plantando soja transgénica, con agroquímicos y agrotóxicos", añadió
la senadora del Partido Nacional.
Aviaga sostuvo que hay vecinos de la zona
que ya se debieron mudar, pues pretendían hacer cultivos orgánicos y esto les
era imposible. También sostuvo que se han hecho denuncias, "que nadie
respondió", a los ministerios de Salud Pública, Medio Ambiente, Ganadería
y a la Intendencia de Canelones. Incluso, la comuna canaria declaró este año a
la Laguna del Cisne como Área Protegida. "Sin embargo se sigue cultivando
como no se debe en el lugar que no se debe", advirtió la nacionalista.
El problema, según Aviaga, existe todo el
año, pero sobre todo en la temporada de cosecha, que va de octubre a marzo.
"En estas épocas las fumigaciones se hacen periódicamente y los vecinos
que viven ahí se ven tremendamente afectados. Hay lagunas tierras que son
alquiladas, de gente que intenta sacar una renta; yo lo entiendo, pero no puede
ser a cualquier costo", concluyó.
EL PAIS
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