Resulta paradójico, pero después de
pelear durante tanto tiempo por conquistar el título de campeones del mundo, el
preciado trofeo solo se puede disfrutar durante unos minutos. Y es que la copa,
la auténtica, que pesa seis kilos y 250 gramos y está diseñada con un 75%
de oro puro de 18 kilates, sólo se entrega a los jugadores para la celebración
sobre el terreno de juego.
Una vez se retiran a los vestuarios, el trofeo
vuelve a ser custodiado por la FIFA durante los siguientes cuatro años y al
equipo campeón se le entrega una réplica enchapada en oro. Desde 1974, los
campeones mundiales tienen que devolver el título tras recibirlo y se les
entrega una réplica que es la que posteriormente se pasea por las calles del
país.
Hace cuatro años, la compañía CashGold
valoró la copa original en más de diez millones de dólares, una cantidad que
sigue creciendo en la medida en que el precio del oro aumenta. Debido a esto,
el trofeo ha sido robado dos veces a lo largo de la historia y una fue
recuperado.
Copa Jules Rimet. |
En 1970, la Copa Jules Rimet viajó a
Brasil de manera permanente como premio por el tercer campeonato conquistado
por la ‘canarinha’. Se diseñó un nuevo trofeo y cuatro años más tarde, en 1974,
se entregó la copa actual. Pero parece que para algunos era más preciada la
versión anterior y en 1983 la Jules Rimet fue robada de la sede de la
Confederación Brasileña de Fútbol en Río de Janeiro para jamás ser recuperada. Se
cree que se fundió y se vendió el oro.
Desde 1974, cada campeón queda recordado
en la base del título con su nombre. Pero ahora, tras la última inscripción de
Alemania, solo queda sitio para tres campeones, por lo que veremos
qué sucede en 2030 cuando ya no haya espacio para los nombres de más ganadores.
Ese año, curiosamente, se celebra el centenario del torneo.
EUROSPORT
No hay comentarios:
Publicar un comentario