El Senado argentino sancionó una ley para morir con dignidad que permitirá que los enfermos incurables y sus familias tengan pronto mayores recursos para decidir cómo poner fin a sus vidas.
La medida significa que las familias no tendrán que bregar más para hallar jueces que autoricen a los médicos a desconectar los respiradores artificiales para los pacientes moribundos o en estado vegetativo permanente, según informó AP. Conseguir tal aprobación puede ser muy difícil en muchos países, particularmente en Latinoamérica, donde la oposición de la Iglesia católica sigue siendo muy firme.El proyecto ya había sido aprobado el año pasado por la Cámara de Diputados y ahora obtuvo la sanción completa por unanimidad.
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