Bachata, plena danza, fusiones con el ballenato colombiano y otrostanto tropicales, son los ritmos que promete Fleitas. “Todo puede estar incluido y pienso que las mujeres le dan un toque especial”, adelanta para la sorpresa que se verá sobre el escenario. “No las usamos como las usan las bandas, bailando, sino como verdaderas partes de la orquesta a cargo de los vientos”. Sí, saxo, dos trompetas y trombón están a cargo de pequeñas damas. “En la modernidad de la música tropical -al menos en Uruguay -no creo que las mujeres tuviesen tanta participación”, se ríe al afirmar el maestro.
Un experiente Cristian García está en el piano, el bajista es el joven Carlos Tabaré, Juliana (voz también), Florencia, Sol, de sólo 11 años, y Valentina son los vientos, mientras que Maycol y Facundo se reparten tumbas y pailas, y Joaquín le pone canto y escenario. “Este el producto de 30 adolescentes músicos que formamos en la banda y acá hay 10 que están tocando. Obviamente que no se puede sacar 30 músicos”, agrega Fleitas.
Pero en la formación, no sólo de adolescentes, sino de nuevos grupos y músicos floridenses que estaban “quedados” Fleitas arrancó hace tiempo. Un conjunto de mariachis, solistas, un grupo rock-pop en proceso y dos orquestas, son parte de un producto cultural completo que esta academia piensa ofrecer aunque “no para bailes” sino para que sean verdaderamente un espectáculo. “Yo no quiero hacer bailes, son menores. Está bien una fiesta de 15años. Pero no estamos preparados para la competencia y aclaro que no es musicalmente. Es por aquello de que ir a los bailes significa sacrificar algunas cosas, hay otros códigos como para los chicos. Unas de las trompetistas tiene 11 años, hay que tener un código para eso, hay respeto y un lenguaje que no se maneja como en el ensayo de cualquier banda”.
Pedro sostiene, y al menos así se ve, que “para los que están acá es una profesión. Ellos están preparados como para salir y estar en los19 departamentos para conquistar”, agrega. Y es que ahora se buscan resultados. Porque cultivar la semilla de la Banda Juvenil ha significado “sacarle tiempo a la familia, cambiar muchas cosas, y aprender a enseñar frente a un variado espectro social”, aunque ello no ha influido mucho en que se dejen de poner ganas.
HAY QUE CONFIAR
HAY QUE CONFIAR
La apuesta de “las adolescentes” en la orquesta es sólo uno de los desafíos en el que se logra confianza. “En esta orquesta van a haber mujeres y nosotros vamos a abrir camino”, reafirma.
Con 130 integrantes, padres, madres, ocho profesores, ex alumnos que ya están en condiciones de dar clases y un apoyo de la comunidad incondicional, la BJF está respondiendo en sus 4 años de existencia con satisfacciones. “La gente apoya la banda y aunque va a costar que se vea realmente que son adolescentes, ya que no estamos tan lejos de una orquesta de Uruguay. En este cuatrienio me han dado muchas satisfacciones. Hemos tenido el apoyo del Presupuesto Participativo y donativos de la gente que apoya en todo sentido. Acá vienen los que no se conocen y dejan libros de música, instrumentos, porque saben que acá se les da el valor que se merece. Hay que confiar en la gente que quiere trabajar, es como un gobierno nuevo, se aceptan las críticas pero hay que dejar hacer para ver qué hace. Vamos a dejar una semilla para sumar en Florida”.
FLORIDADIARIO
FLORIDADIARIO
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