El
sexagenario abusaba de su pequeña nieta desde que ésta tenía siete años,
mediante manoseos en genitales y zonas íntimas. Cuando la víctima cumplió 11
años, el abuso se incrementó ya que comenzó a ser violada hasta tres veces por
semana.
MAESTRA
ALERTA
El
abuso quedó al descubierto cuando la menor comenzó a sentirse mal anímicamente
y le confió lo que sucedía a su pequeña hermana, de 9 años, quien, a su vez, se
lo contó a una compañera de clase en una conversación que fue oída por la
maestra.
En
agosto de 2016, la UEVDG recibió la denuncia por presunto abuso infantil
radicada por la directora de la escuela a la que concurre la hermana de la
víctima.
Ya
iniciadas las indagatorias policiales, la magistrada dispuso que se realizara
pericia psicológica y examen forense para la víctima y su hermana.
La
víctima se negó a que la analizara el forense ya que, según se determinó
posteriormente, se encontraba amenazada por su abuelo, quien le encomendó no
dejarse revisar.
Según
el auto de procesamimento, “el sexagenario abusador había tomado conocimiento
de la denuncia presentada y que se estaba procediendo a la profundización de
las averiguaciones sobre los repudiables hechos que le incriminaban”. Por su
parte, el acusado violó la zona de exclusión impuesta por el Juzgado de
familia.
HUYÓ
A MALDONADO
Así
las cosas, el denunciado se fue de Florida y se refugió en el departamento de
Maldonado, donde fue ubicado a principios del pasado mes tras haberse dispuesto
oportunamente su captura a nivel nacional y cierre de fronteras.
En
base a lo expuesto, se comprobó que en reiteradas oportunidades el sexagenario
sometió a su nieta, mediante violencia y amenazas, a actos obscenos diversos a
la conjunción carnal, desde los 7 a los 12 años. Asimismo, entre los 11 y los
16, en diversas oportunidades, compelió a su nieta a sufrir la conjunción
carnal. El examen forense practicado finalmente permitió establecer la
existencia de una “desfloración antigua”.
En
consecuencia, la magistrada Gatto de Souza decretó el procesamiento con prisión
del sexagenario por la imputación prima facie y sin perjuicio de
ulterioridades, de reiterados delitos de atentado violento al pudor, reiterados
delitos de violación y un delito de desacato, concurrentes entre sí y en
régimen de reiteración real.
EL
HERALDO
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