jueves, 10 de noviembre de 2016

Están reparando el órgano de la Catedral

Una de las principales atracciones de la Catedral Basílica de Florida la constituye el majestuoso órgano ubicado en lo alto del Santuario, construido por la firma Laukhuff de Alemania (la principal constructora de órganos en el mundo) en el año 1935 por el célebre maestro Donato Sangaletti. Esta semana comenzaron los trabajos de reparación del mismo, a cargo del organero uruguayo Sergio Silvestri Budelli y su hijo, Daniel Silvestri Lombardo.
El pasado martes EL HERALDO visitó la Catedral para ver el trabajo que viene desarrollando y dialogó con ambos sobre la historia del órgano. Silvestri, que conoció personalmente a Donato Sangaletti, desmintió algunos mitos que sobre la historia del órgano de la Catedral se han ido transmitiendo a través de varias generaciones de floridenses, como se verá en la nota que sigue a continuación.
TRABAJO A FONDO
“Estuve en la década de 1950 con mi padre haciendo arreglos en este órgano. Luego volví en el año 1980 y después regresé a hacer algunos arreglos cada 10, 15 años. Pero ahora estamos haciendo un trabajo más a fondo en cantidad de cosas; paños y cueros gastados, fuelles rotos, había un 15% de notas que no sonaban.
Es un buen instrumento, tiene una buena sonoridad, y tiene una amplificación que es la Iglesia, que genera ecos. Entonces hace una resonancia muy gustosa para la época romántica, aunque ahora se busca el sonido seco, que no lo genera el órgano, lo genera el edificio” explica Silvestri, haciendo gala de sus conocimientos sobre el tema.
EL NÚMERO 2761
Sobre la historia del órgano, Silvestri cuenta que fue construido por la firma Laukhuff, de Alemania, “la firma constructora de órganos más grande del mundo”.
El órgano de Florida, construido en el año 1935, era el número 2761 construido por Laukhuff, como aparece registrado en el propio instrumento. Silvestri nos cuenta que conoció personalmente a Donato Sangaletti, quien trajo el órgano a Florida.
“Me encontré con él mientras hacía un trabajo en Concepción del Uruguay (Argentina), donde estuve 16 meses reparando un órgano. Después estaba Sangaletti trabajando en Córdoba, y él falleció, y los padres me entregaron sus herramientas, porque consideraron que era una persona que continuaba su trabajo. El órgano es alemán, yo estuve en la fábrica en la firma Laukhuff, haciendo entrenamiento y viendo detalles, pero además estuve ocho meses en Alemania estudiando junto a colegas de diversas partes del mundo, en una escuela para servicios técnicos de instrumentos. Y después estuve en Italia, en Florencia tres meses, y en Marsella, Francia”.
VENÍA A FLORIDA
Una tradición floridense asegura que el órgano que hoy se encuentra en la Catedral de Florida tenía otro destino y que llegó a nuestra ciudad por casualidad. Silvestri desmiente rotundamente dicha historia.
“No, no, éste es el órgano 2761 por catálogo y estaba destinado para venir acá, no vino de casualidad.
Tengo los libros de la Laukhuff y estaba registrado en alemán “2761 Florida, Uruguay”. Alrededor de los intrumentos siempre se tejen historias. Tampoco es el órgano más grande de Uruguay, aunque suena muy lindo sí y tiene la particularidad que tiene la organola, que es el antiguo instrumento de los disketes pero que venían en rollos, que los vamos a revivir. Hay órganos más grandes en el país, como el de Punta Carretas, que tiene 28 registros, y está el de los vascos que tiene 42 pero está desarmado porque se le cayó una pared arriba. El órgano de Florida tiene 21 registros”.
UN MES
Según narró Silvestri, los trabajos de reparación del órgano de la Catedral Basílica le demandarán un mes entero. Terminada la nota, Silvestri nos sigue hablando de su trabajo y de las particularidades del órgano de nuestra Catedral, demostrando su conocimiento del tema y el amor por el trabajo que realiza.
EL HERALDO


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