En la sesión del pasado 2 de junio de la Cámara de Representantes, el diputado por Florida José Andrés Arocena, del Partido Nacional, se refirió a la falta de mantenimiento de las escuelas rurales de nuestro departamento.
EL ÚLTIMO OREJÓN
“Es normal que las escuelas rurales sean
siempre el último orejón del tarro. Son las últimas en recibir mobiliario, las
últimas en recibir material didáctico, las últimas en tener auxiliares de
servicio. Es normal y casi aceptado por todos que eso suceda, sin tener
prácticamente una voz que rezongue por ello. No puede ser que siempre la
escuela rural sea la más damnificada, cuando es la más débil” expresó Arocena
al comienzo de su exposición.
MURCIÉLAGOS Y EXCREMENTOS
“Queremos dar dos ejemplos de lo que
sucede en Florida hoy, porque no entendemos la falta de comunicación en la
cadena de mandos de Primaria. No entendemos cómo los mensajes de la maestra o
del maestro, que pasan al inspector departamental y así sucesivamente, no
tienen retorno. No es posible que la Escuela Nº 29, de Puntas de Maciel tenga
en su cielorraso una colonia de murciélagos que hace que les llueva excremento
a los niños. ¡Sencillamente, no es posible! No entra en la cabeza de nadie que
eso pueda ocurrir, y hace años que está sucediendo. Además, esta escuela tiene un
sinfín de defectos edilicios. ¿Cómo es posible que no haya comunicación entre
esa escuela rural y Primaria para una pronta y rápida solución?” se preguntó.
ESCUELAS QUE SE LLUEVEN
“¿Cómo es posible que la Escuela N° 39 en
Costa de Pintado, con doce alumnos, tenga el techo tan dañado que cuando llueve
la instalación eléctrica hace cortocircuito y unos baños que son indecorosos
para cualquiera? No tiene sentido, porque las cosas son decorosas o
indecorosas. En este caso, son indecorosos los baños, la pintura, la cocina,
las aulas, la instalación eléctrica. ¿Cómo es posible que estas cosas ocurran?
¿Primaria no se da cuenta de que sus escuelas rurales tienen problemas? Estos
son dos botones de muestra de lo que sucede en las escuelas rurales. Vemos a
muchos legisladores del interior, y todos podrían dar ejemplos de lo que ocurre
en sus departamentos y no debería suceder” agregó Arocena.
FRUSTRACIÓN
“Debemos reconocer el trabajo de las
comisiones de padres y el apoyo irrestricto de los vecinos a la escuela rural.
Es emocionante ver cómo se preocupan y trabajan. Los que son padres lo hacen
porque tienen a sus hijos allí y quieren que estén mejor, pero los vecinos que
no tienen hijos ni nietos también lo hacen, porque tienen muy arraigada la
presencia de la escuela, por su sentido de pertenencia. ¡Qué frustración se
siente cuando desde el Estado no surge ni siquiera una voz de aliento!”
reflexionó el diputado por Florida.
EL HERALDO
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