Los Ministros Dr. Jorge Ruibal Pino y Dr. Jorge Larrieux estuvieron en Florida en la visita anual de cárceles. |
Para cumplir con esta actividad y cubrir
la totalidad del territorio nacional, los ministros de la Suprema Corte de
Justicia se han dividido en dos mesas conformadas por dos magistrados cada una,
que mantienen actividad en paralelo, visitando diferentes centros de reclusión.
La mesa conformada por los Ministros Dr.
Jorge Larrieux y Dr. Jorge Ruibal Pino, visitó Florida, entre otros
departamentos. Y, tras el pasaje de varios reclusos, se liberaron de la prisión
por proceso, a tres implicados en casos vinculados a delitos sexuales.
Dos de los procesados son oriundos de Florida. Hay un tercero de Maldonado, donde se produjo el caso por el que estaba en la cárcel. Quedaron bajo severas restricciones hasta que conozcan sus condenas.
“LIBERADOS”
Uno de los liberados es un “cliente” que
pagaba por sexo sabiendo que se trataba de una menor, en un bar de la ciudad de
Florida donde operaba una red de explotación sexual de menores.
Se trata de E.H.G. de 36 años, procesado
por el delito del “artículo 4 de la ley 17.815 sobre retribución o promesa de
retribución a personas menores de edad o incapaces para que ejecuten actos
sexuales”.
El otro liberado es un hombre
identificado como L.D.P.L. de unos 50 años, el cual fue procesado por la
existencia de la semiplena prueba acerca de su responsabilidad en “reiterados
delitos de atentado violento al pudor en régimen de reiteración real”.
Vecinas y amigas de las víctimas, que
concurrían a la casa en la que el hombre vivía con su familia, señalaron
durante la investigación que las niñas y adolescentes fueron sometidas a
diferentes tipos de abusos.
El tercer caso en tanto, refiere a un
hombre oriundo de Maldonado, donde se produjo el caso y de allí, fue trasladado
a Florida.
RESTRICCIONES
Los liberados tienen severas
restricciones respecto a su accionar fuera de las rejas. Por ejemplo, en cuanto
al acercamiento a víctimas o victimarios, entre otros detalles.
Entre las causas de las liberaciones,
pesa la buena conducta de los procesados que, de todas maneras, ahora deberán
esperar una condena por los delitos en el cual están involucrados.
FLORIDADIARIO
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