miércoles, 20 de mayo de 2015

Declararon ante la Justicia hermano y esposo de la médica desaparecida

El esposo de la médica llegando al juzgado de Misiones junto al abogado Jorge
Barrera (Foto de El Observador)
Desde las 10 de la mañana de ayer miércoles, según informó Subrayado, estaban declarando el hermano y el marido de la doctora desaparecida desde hace varios días. Ambos concurrieron acompañados por el abogado de la familia, Jorge Barrera. 
En la noche del martes, después de una reunión policial del más alto nivel, efectivos de la Jefatura de Montevideo buscaban a la profesional desaparecida en el barrio del Cerro.
En el entorno familiar de la médica había escasas esperanzas, ya que no habían recibido ninguna llamada solicitando un rescate, confirmaron a El País fuentes allegadas a la familia.
El caso está a cargo de la jueza de 10° Turno, Dolores Sánchez, y la fiscal de 2° Turno, María Noel Camiño. Hasta el martes a las 18:00 horas la carátula del expediente tenía como título: "Desaparición".
La ausencia repentina de la médica y el incendio de su camioneta fueron calificados como "hechos inusuales en el país" por fuentes cercanas al gobierno. El hermetismo que mantiene el Ministerio del Interior también da cuenta de lo extraordinario del caso.
La profesional, de 48 años, proviene de una familia muy conocida de Florida, vinculada a la vida cultural del departamento y a los sectores de la salud y la educación.
Se desempeñaba en varias mutualistas y sanatorios de Montevideo, donde era reconocida por su valía y su trato con los pacientes. Su esposo es directivo de una empresa de equipamiento médico que preside el hermano de la ginecóloga desaparecida. El matrimonio tiene un hijo adolescente.
INVESTIGACIÓN
La Policía intentó reconstruir los últimos pasos de la médica desde su trayecto inicial en Florida hasta Montevideo. Mediante orden judicial, solicitó a Antel todas las llamadas efectuadas o recibidas por la profesional desde que salió de Florida.
Se sabe que cerca de las 17:20 horas del domingo salió de casa de sus padres con rumbo a Montevideo a visitar un paciente. Así se lo hizo saber a su familia cuando se dirigía a la capital. A las 17.30 horas, mientras se desplazaba en su camioneta Kia Sportage por la Ruta 5, la profesional escribió en su cuenta de Twitter: "Mayo Boreal". El día estaba espléndido.
El martes, su cuenta de Twitter estaba bloqueada.
La médica llegó hasta su domicilio en la calle Rafael Pastoriza (Parque Batlle). Una señal del GPS de su celular lo confirma. Sin embargo, siguió de largo. Ello hace suponer a los investigadores que pudo haber sido emboscada en ese lugar por desconocidos que la amenazaron, abordaron su camioneta y siguieron con ella.
La camioneta, se presume, circuló por Américo Ricaldoni hasta Av. Italia y continuó por Garibaldi. La señal del GPS del celular se pierde al llegar a la intersección de Garibaldi y Bulevar Artigas. Eso indicaría que el aparato fue desactivado.
El siguiente punto en el que aparece el rastro de la camioneta es el lugar donde fue reportada como incendiada, en la calle Arturo Recalde y Oliveras, en el barrio Sayago.
Una línea que se maneja en la investigación es que los delincuentes y la médica pudieron haber cambiado de vehículo, en ese u otro lugar, prendiendo luego fuego a la camioneta para borrar cualquier huella susceptible de ser identificada por Policía Técnica.
Al ver que su esposa no aparecía y no atendía los llamados, el esposo de la médica recorrió varios hospitales en su búsqueda. Luego efectuó una denuncia en la Seccional 9ª.
Por otro lado, fuentes allegadas a la investigación dijeron al diario El Observador que la doctora emprendió el regreso de Florida cuando terminó el primer tiempo del partido clásico. Una cámara de seguridad de una estación de servicio de Florida muestra que la mujer cargó nafta a esa hora y subió sola a su auto.
Los investigadores intentaban determinar si el esposo (que el domingo por la tarde había concurrido con su hijo a ver el partido clásico) había llegado a tener algún contacto con la profesional. La hora de su posible llegada a Montevideo y la hora en que la parcialidad de Peñarol, donde estaba el hombre, salió del Estadio, casi coincidirían. El marido asegura que nunca se cruzaron.
La jueza Sánchez y efectivos policiales efectuaron un relevamiento en la casa de la profesional. Se realizaron varias pericias que no arrojaron resultados.
CÁMARAS
Efectivos de la Dirección de Información Táctica, una repartición que depende directamente del jefe de Montevideo, Mario Layera, concurrieron en la tarde del martes a una casa, ubicada a pocos metros donde apareció incendiada la camioneta de la médica, para verificar las grabaciones de una cámara de seguridad.
El objetivo es efectuar un seguimiento de las personas que quemaron la camioneta. Una hipótesis que no descarta la Policía es que el incendio del vehículo fuera obra de delincuentes de una "boca" de venta de drogas ubicada por la calle Arenguá.
Dentro de la camioneta incendiada —a la que le faltaba la matrícula— personal de Policía Científica encontró la carcaza de una tablet quemada y vestigios de dinero. Esa prueba material echa por tierra el móvil del robo.
LLAMAS
A las 20:15 horas del domingo 17, un vecino observó que salían llamas del habitáculo de la camioneta Kia y llamó a los Bomberos. Un destacamento del Cuartel de Belvedere llegó cinco minutos más tarde, dijo a El País el vocero de la Dirección de Bomberos, Leandro Palomeque.
Minutos antes de que llegaran los bomberos, una vecina escuchó sonar durante largo rato la alarma de la camioneta.
Se acercó a la ventana de su dormitorio que da a la calle. Observó una enorme luz naranja. Era el fuego que rodeaba toda la camioneta.
Corrió hacia el fondo de su casa temiendo que explotara el tanque de combustible.
Otro vecino señaló: "Escuchamos varias explosiones cortas. Es posible que el fuego haya alcanzado el caño de la nafta y que, por un sistema de corte, no siguió hasta el tanque de combustible".
Manuel da Cunha, un empleado que vive casi enfrente donde fue quemada la camioneta, dijo que llama la atención que los delincuentes hayan querido desprenderse de ella en esa calle. "Acá nunca pasa nada de relevancia", dijo.
EL PAÍS DIGITAL


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