“Este es el peor panorama: deben más de 300.000
dólares a los trabajadores, hay que pagar U$S 1.000.000 al Fondes, está cerrada
y desde el 22 de abril puede llegar el desalojo de la fábrica”, advirtió Oscar
Ferreira, ex integrante de la Cooperativa El Águila, quien reclamó además que
fue inhabilitado para participar de unas elecciones “que tienen varias
irregularidades”.
Ferreira aseguró que, como creador del
estatuto y al haber participado en dos períodos que no finalizaron, estaba
habilitado.
“Esto es tras una consulta jurídica, que
nos habilita a denunciar ante el MEC, pero es algo que no haremos porque
peligra la personería jurídica y porque entendemos, hay problemas muchos más
graves”, sostuvo a FloridAdiariO tras la jornada del acto eleccionario.
Esos problemas pasan por una posición que
dejan al emprendimiento curtidor prácticamente inviable para retomar tareas.
“La Curtiembre está cerrada, debe
millones, no tiene autorización para operar y si la obtiene, es precaria. La
directiva, con una pasividad que sorprende, no presentó en tiempo y forma la
renovación de los seguros de desempleo y hay obreros sin cobertura”, apuntó.
Para empeorar la situación, Ferreira hizo
la principal advertencia de un futuro complejo: “desde el 22 de abril se espera
la sentencia negativa de la negociación por la compra de la planta. Esto es, el
desalojo porque, obviamente, nadie pagó al dueño del lugar por los casi 2
millones de dólares que vale la fábrica. Esa demanda ya fue apelada y no hay
marcha atrás. Es muy difícil negociar por un monto que la curtiembre no tiene”.
Ferreira lamentó que cuando se retiró al
presentar renuncia –no le contestaron, y la no contestación por estatuto indica
que fue aceptada- sólo restaba pagar los U$S 80.000 de aguinaldos “y el resto
estaba saneado”.
“Hoy se deben además U$S 230.000 en
licencias de 2013 y U$S 1.000.000 al Fondes que deben comenzar a pagarse. Y de
ese mismo Fondes se esperan 900.000 para poder reabrir la planta”.
FLORIDADIARIO
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