BUEN NIVEL
El nivel de conjuntos y artistas, desde
vedettes hasta figuras invitadas, así como el sonido de escolas y comparsas, y
un despliegue general del desfile, fue excelente.
No se puede negar, puesto que el brillo y
color propio de la fiesta de Momo, organizado por los funcionarios del
departamento Cultura en esa área de la carnestolenda, fue destacado.
Si hubo un detalle también a remarcar en
esta oportunidad, fue el orden entre los espacios de cada conjunto. Más corto y
rápido que en años anteriores, salvo pocas excepciones.
Hasta ahí, buen nivel. Pero no se debe
confundir lo bueno de una parte de la organización con lo deplorable de la
otra.
No hubo puntualidad en el pasaje del
desfile. Las radios de los funcionarios de la comuna dejaban escuchar: “arrancó
el carro de las reinas”. Eran las 21.50. No eran las 21 horas como se indicó en
un programa oficial difundido oportunamente.
Allí se indicaba que iniciaba a las 21
horas desde el cruce de Sarandí e Independencia. Ello no ocurrió. Y no se puede
afirmar que fue así, puesto que eran bastante más de las 22 horas cuando se
llegó al centro de la ciudad. Por lo tanto, esto no alcanza para completar el
“excelente”.
Si le sumamos las condiciones para la
cobertura del evento, la calificación es: insoportable.
En forma constante, y con imágenes que lo
documentan, niños y no tantos, así como perros y vendedores ambulantes,
entorpecían el trabajo de los medios de comunicación.
Golpeaban y cruzaban frente a las
cámaras, irrumpían entre los artistas, molestaban a las filas de comparsas y escolas
que tenían que pasar apretadas entre las vallas, y saltaban estos elementos
entre el público que se quejaba de tal acción.
Estos episodios ocurrieron, se vieron por
televisión, sucedieron años anteriores, y no se pudo prever solucionarlos. No
hace a la excelencia de la fiesta que bien puede reparar en esa parte.
EL DESFILE
Kassandra Mañana, Débora Agustina
Ferreira y Érika Macarena Mariezcurrena, fueron reinas activas. No solo porque
desplegaron su sonrisa desde un carro que en su alegoría rindió tributo a un
amante del carnaval como Carlos Paéz Vilaró. Sino porque tras bajar de “Casa
Pueblo”, volvieron a la calle Independencia para bailar y fotografiarse con
Tina Ferreira.
Las murgas volvieron al desfile. Fue con
“Blástica”, que en tonos violetas y gran vestuario, ensayaron las gargantas
para los floridenses.
Dos carros alegóricos, uno del Patronato
de Encarcelados y Liberados con trabajo de manualidad, y otro particular a modo
de barco pirata con padres e hijos que disfrutaban tirando “al agua” a algún
marinero, fueron de las figuras aparte.
El barrio Prado Español quedó bien
representado. Ruben “El Perro” Pereyra mostró el trabajo constante de “Complejo
do Samba”. Su principal vedette deleitó al público e hizo el disfrute de la
fiesta.
El barrio Complejo Brasil también puso lo
suyo. Azules, verdes, naranjas y violetas destacaron en sus bailarinas y
figuras.
“Bo! Tambor” entusiasmó a los
floridenses. Destacadas bailarinas con variados atuendos y colores, buena
sonoridad, figuras de presencia y experiencia con Edgardo Ariel Ferreyra a la
cabeza, caracterizaron a una gran comparsa floridense.
CLARISA Y PEÑA
“Asamblea de Tambores” no podía faltar.
Rosario Peña y su grupo tuvieron además una especial incorporación: Clarisa
Abreu, hermana del “Loco” Abreu, por invitación de Cultura, acompañó el marco
de celebración de la comparsa. Abreu mostró gran simpatía con el público,
sonrió, se prestó para el baile y la interacción. Y se entusiasmó con el
recibimiento floridense con un “amo Florida”.
Por si fuera poco, Asamblea contó con
tamborileros de primera, algunos que integran junto al gran Kanela. Además,
varió con mucho vestuario y bailarinas, gramilleros y mamas viejas.
LA-TINA
Tina Ferreira hizo cambiar de colores a
más de “algún señor”. Y hasta uno que otro conductor televisivo. Fiel a su
estilo, contagió alegría con su actuación particular en la que seduce al
público desde el baile hasta la mirada.
COMPARSAS E INVITADAS
La duraznense “Afrocán” atrajo a muchos
floridenses que “conocen bien” a la tronadora comparsa que gusta por su estilo.
Mostró, por lo tanto, todo por lo cual la destacan y arrancó aplausos con sus
bailes.
La Zulú, de Progreso, no fue menos.
Contagió con su gran entusiasmo y colorido. Hubo hasta manos ensangrentadas en
algunos de sus integrantes que tocaron muy bien en Florida.
Triniboa fue la otra comparsa que, aunque
cerró el desfile, tocó con fuerza hasta el final, porque sus cuerdas sonaban
aún cuando habían pasado la calle Gral. Flores. Lo mismo que sus bailarinas,
que no se detuvieron hasta cerrar un largo pasaje.
SAMBA DE SANTA LUCÍA
Los floridenses no se cansan de
“Abundalasamba”. Los de Santa Lucía vuelven a alegrar en cada carnaval tierras
bien conocidas para ellos. Este año trajeron un gran enredo, se ataviaron con
motivos egipcios y desde sus bahianas con largas y coloridas faldas rodadas
hasta bonitas vedettes con diminutas y emplumadas prendas, deleitaron a los
concurrentes.
Florida tuvo un buen desfile, destacado
en su puesta en escena pero magro en la organización del movimiento de quienes
no aportan demasiado al espectáculo y se empeñan en opacar el tan destacado
trabajo que sale de estas tierras o llega desde zonas cercanas.
FLORIDADIARIO
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