La jefa de la
estación ferriovaria Kishi, en la ciudad nipona de Kinokawa, no parece saber
mucho de trenes. De hecho, se la ve más interesada en dormir la siesta y comer
golosinas que en fiscalizar el funcionamiento del lugar. Nada de esto resulta
extraño si se tiene en cuenta que Tama -la funcionaria en cuestión- es una
simpática gatita.
Desde 2007, Tama ha dirigido
la mencionada estación, última parada del recorrido provisto por la Wakayama Electric
Railway.
Una década atrás, la
pequeña línea regional de ferrocarriles perdía casi 4,7 millones de dólares al
año, movilizando de un lado a otro vagones semivacíos.
Sin embargo, desde el
nombramiento de Tama, la estación Kishi se convirtió en la locomotora -nunca
mejor dicho- de la ciudad y de la compañía ferroviaria.
Paulatinamente, el
pequeño municipio provincial se convirtió en un atractivo centro turístico. Según
consigna The Atlantic Cities, visitantes de todo Japón viajan a Ninokawa para
tomarse una foto junto a la original jefa de estación.
Ese crecimiento salvó
a la empresa de ferrocarriles, que gracias al incremento de viajero dejó de
perder dinero. De hecho, sus ganancias anuales son al día de hoy superiores a
los 10 millones de dólares.
Además del incremento
en la venta de boletos, la estación y la localidad se benefician de una variada
gama de merchandising. Tazas, camisetas, adornos y hasta muebles con la efigie
de la gatita, se venden en las tiendas durante todo el año.
UNA GATA HUMILDE
En 2009, la empresa
lanzó un tren temático dedicado a los fans de Tama. Al año siguiente, la
estación renovó su edificio principal, remodelándola para que su fachada recordara
la figura de un gato.
La jefa de estación
-que tiene actualmente 14 años de edad- cobra su sueldo en alimento para gatos.
De orígenes humildes, se crió en las afueras de la misma estación que hoy
gobierna. Curiosamente, creció en compañía de un grupo de perros callejeros.
En 2007, los
funcionarios de la compañía ferroviaria vieron que un gato similar era emblema
de una tienda de alimentos, y decidieron nombrar a Tama como jefa, dando inicio
a una estrategia de marketing que resultó más que exitosa.
En enero de 2010, las
autoridades ferroviarias promovieron a Tama al puesto de oficial de servicio,
convirtiéndose en el primer felino en ocupar un cargo ejecutivo en un ejecutivo
en una empresa ferroviaria.
Su personal
subalterno se componía de otros dos mininos, Chibi y Miiko, ambos actualmente
jubilados.
Montevideo Portal
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