En Florida el Servicio Especializado de Atención a Mujeres en situación de Violencia Doméstica de Inmujeres asiste mensualmente a más de medio centenar de mujeres que presencialmente denuncian sufrir algún tipo de violencia en su entorno. La amplia mayoría, unos cuarenta casos, vienen en continuo seguimiento previo. Las consultas telefónicas, por su parte, se contabilizaron en 44 en el último mes cerrado, de acuerdo a las cifras ofrecidas por el propio servicio en conferencia de prensa, a través del equipo técnico conformado por María Lidia Arrospide, Alejandra Alanís, Ana Trías, Andrea Dodera y Rossana Cabrera.
La información fue brindada dos días después de la conferencia que ofrecieron en la Junta Departamental diferentes organismos que trabajan contra la violencia doméstica, y que fue génesis de un desencuentro de visiones por parte de la representante de la Unidad Especializada en Violencia Doméstica de la Jefatura de Policía, Shirley Da Rosa, y la directora de la oficina territorial del MIDES, Alix Deluca.
La población asistida por el Servicio se atiende tras derivaciones del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), de su línea de atención a situaciones de violencia doméstica, del INAU, ASSE y prestadores privados de salud que hacen llegar los casos cumpliendo con el protocolo establecido. “Nosotros por mes atendemos, en casos nuevos, entre 7 y 8 mujeres”, explicó Lidia Arrospide en conferencia.
COMISARÍA: DE 67 A 109 CASOS
En el caso de la Unidad Especializada de la Jefatura de Policía de Florida, en el presente año los casos atendidos han oscilado entre los 67 y los 109, lo que no implica que sean todos diferentes a los casos abordados por el Servicio de Inmujeres. Las cifras de la Unidad Especializada del Ministerio del Interior contienen tanto casos que se reiteran como así también “casos nuevos”, explicó Shirley Da Rosa. “Vemos que siempre hay gente nueva presentando casos, y es común también el caso de quienes reiteran la denuncia”, indicó.
MÁS VIOLENCIA, NO NECESARIAMENTE MÁS CASOS
El foco de la discordia planteada tras la primera conferencia de prensa, brindada en la Junta Departamental, tuvo raíz en la diferencia de criterio entre las autoridades para señalar un aumento de la violencia. Da Rosa defendió que, independientemente de si la cantidad de casos aumentó o disminuyó, se nota sí un aumento en la violencia propiamente dicha. Esto es un fenómeno global, que se nota incluso “en niños en la escuelas a las que concurrimos a dar charlas a pedido de los docentes”, explicó, señalando que se da tanto “violencia física como verbal”.
Enfatizó, en cuanto a adolescentes y mayores, que se nota un particular problema con las adicciones, sean “de alcohol u otras drogas, que actúan como desinhibidores”.
En la conferencia brindada por el equipo técnico del Servicio Especializado de Atención a Mujeres en situación de Violencia Doméstica de Inmujeres, se recalcó que “la forma de medición de la violencia al igual que la criminalidad difiere entre las instituciones”, por lo que “se está tratando de aunar el tema de las estadísticas”. “Sin perjuicio de ello –se añadió- violencia ha habido siempre, sólo que ahora se visualiza más. Eso quiere decir que la mujer se anima más a denunciar o a consultar”.
¿Què opinarà de esto la directora (sì, con minùsculas) del MIDES?
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