miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ahora dicen que Carlos Gardel era “el Pibe Carlitos”, un estafador

Una investigación criminalística señala que “El Pibe Carlitos”, tal como era su alias, estafaba “por medio del cuento del tío”, lo que puede explicar sus cambios de identidad.
Los múltiples cambios de identidad de Carlos Gardel parecen tener una explicación luego de una investigación criminalística en la que se dio con el prontuario policial del cantante, en el que figura como “El Pibe Carlitos”, un “estafador por medio del cuento del tío”, según informa este lunes el diario Página/12 de Argentina.
Dicha publicación accedió a un facsímil del 18 de agosto de 1915 que se conservó pese a que Gardel había logrado que el presidente argentino Marcelo T. de Alvear ordenara la destrucción de sus prontuarios
Hasta el momento se conocía un solo prontuario de 1904, cuando Gardel era chico y se fugó del hogar. Con este nuevo documento de 1915 y con otro expediente de 1923, dos forenses utilizaron la tecnología más moderna para analizar huellas digitales.
Del análisis surgió que en los tres casos se tratan de la huella de la misma persona y que, en 1904, cuando su madre lo buscaba y no había razón para mentir por su identidad, los datos filiatorios eran: Carlos Gardez, nacido en 1890 en Tolosa (Toulouse), Francia, lo que le da crédito a la teoría de que nació en el país europeo.
EL CUENTO DEL TÍO
La investigación publicada en Página/12 señala que Gardel recurría “al cuento del tío” para realizar estafas, una maniobra habitual en aquella época. Consistía en que una persona, que ingresaba a un bar varias veces a lo largo de un par de semanas, exhibía documentación de que justo había recibido una enorme herencia de un tío en una ciudad lejana
Luego, alegaba que no podía ir a cobrarla porque no tenía dinero suficiente para viajar y hospedarse. Entonces, cuando caía una víctima, se firmaba un acuerdo por el que se cedía parte de la herencia a quien aportaba el dinero para hacer el traslado para cobrar.
Para el forense Raúl Torre, quien junto a Juan José Fenoglio cotejó las huellas digitales, para una figura como lo era Gardel en aquella época el prontuario de estafador era complicado para su carrera. Por eso recurrió varias veces a cambiar su identidad.
Así, en 1904 es Carlos Gardez, nacido en Toulouse, hijo únicamente de Berta Gardez. Luego, en 1915, figura como Carlos Gardel, hijo de Carlos Gardel (una persona inexistente) y Berta Gardel (también inexistente, es Gardés), nacido en La Plata, una clara mentira, según Página/12.
Años después, en 1923, debió sacar pasaporte para una gira en el extranjero y el coleccionista Hamlet Peluso aportó el original, incluyendo la huella digital. En ese entonces, el tanguero se presentó en el consulado uruguayo y dijo que era nacido en Tacuarembó en 1887, hijo de Carlos y Berta Gardel.
Luego, en 1933, redactó su testamento en el que señala: “Soy francés, nacido en Toulouse el 11 de diciembre de 1890 y soy hijo de Berthe Gardés. Hago constar expresamente que mi verdadero nombre y apellido son Carlos Romualdo Gardel”.
“Tanto cambio de identidad me hace pensar en lo mucho que pesó aquel prontuario de estafador”, indicó Torre.
El investigador también indicó que en 1922 el caudillo conservador Alberto Barceló le pidió al mandatario argentino Alvear que solucione el problema del prontuario de Gardel. “Y, a pedido del presidente, se rompe el prontuario que el cantante tenía en la Policía Federal. Esta fuerza le pidió igualmente el prontuario a la Bonaerense, también para romperlo, pero se ve que quedó una copia”, explicó.
EL PIBE CARLITOS
“La poetisa de tangos e investigadora Martina Iñíguez encontró hace pocos días una copia del prontuario de 1915, constituido para que Gardel sacara la cédula de identidad. Todo rastro de ese prontuario estaba perdido y ahora apareció. La Bonaerense le preguntó a la Federal si Gardel tenía antecedentes y el 18 de agosto de ese año la Policía de Buenos Aires (así se llamaba entonces) contesta en la última página que Gardel “es conocido con el apodo del Pibe Carlitos y sindicado como estafador por medio del cuento del tío”, narró Torre a Página/12.
El análisis de las huellas dactilares de la fuga del hogar de 1904; el prontuario de 1915 y el pasaporte de 1923, en los que aparece un hombre de distinta edad, distintos padres y nacido en distintos lugares, indica que se trata de la misma persona.
El trabajo se hizo en la Dirección General de Policía Científica y se procesó en el AFIS, Automated Fingerprints Identification System, (Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales), un sistema 3D que es la última tecnología en esa materia.
Además, los criminalistas Torre y Fenoglio compararon las firmas de los prontuarios con la del testamento de 1933 y hay coincidencia total.
Hasta el momento se dijo que Gardel había cambiado su nombre y datos personales porque al haber nacido en Francia era desertor porque debía combatir en la Primera Guerra Mundial.
“No tenga dudas de que los cambios de identidad de Gardel tienen que ver con sus antecedentes en el delito. Cambiaba una letra, lugar de nacimiento, para que no surgiera que era el mismo que figuraba como El Pibe Carlitos, estafador por medio del cuento del tío”, concluyó el investigador Torre.
EL OBSERVADOR

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