viernes, 25 de mayo de 2012

Pagar para tener sexo con menores va en aumento

FLORIDA NO ESCAPA A LA REALIDAD NACIONAL

El flagelo de la explotación sexual de niños y adolescentes se ha instalado en la República Oriental del Uruguay y la ciudad de Florida no escapa a esta situación.
Así lo indicó Luis Purtscher, integrante del Comité para la Erradicación de la Explotación Sexual Infantil, que este pasado miércoles participó de una jornada de sensibilización en el tema. La jornada de sensibilización y capacitación se realizó en el Centro Cultural Florida en horas de la mañana y la tarde con la participación de diferentes actores sociales que buscan frenar el avance de esta práctica sexual que configura un delito en nuestro país.
EN FLORIDA TAMBIÉN
“La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes es algo que no para de crecer. Casos hay en todo el país, en Florida también, porque no se visualiza el hecho de tener relaciones sexuales pagas con una menor de edad como un delito”, indicó Purtscher.
La reunión realizada en Florida sirvió para que “los distintos operadores sociales de las distintas instituciones puedan tener herramientas para mirar mejor el problema. Es decir para poder coordinar entre sí, tener una actuación efectiva y eficaz, contra la situación que se les presenta”, se dijo.
La intención que se tiene en Florida es poder generar un plan de trabajo que permita detectar la aparición de nuevos casos, y que los mismos sean elevados a los organismos que corresponda, ya sea en el ámbito policial como judicial.
NO SÓLO LOS POBRES
Aunque se tiene la idea de que la explotación sexual se da mucho más en un ámbito socioeconómico bajo, principalmente entre mujeres menores de edad, no es tan así.
“La explotación sexual es como la violencia, existe en todas las clases sociales, pero así como la violencia, la explotación sexual recorre ciertos caminos de invisibilidad, que resulta difícil de detectar como tal”, indicó Purtscher.
Aunque las motivaciones no sean las mismas, lo que sí es lo mismo es la situación del explotador, es decir el cliente que paga por mantener sexo con una menor de edad.
“Eso se está dando cada vez más. Los registros que tenemos es que va creciendo. Entre 2007 y 2009 identificamos y denunciamos 20 casos de explotación sexual. En 2010 otros 20 casos, pero en 2011 los casos fueron 40 y en lo que va de 2012 ya llevamos 15. Y eso es una ínfima parte de lo que sucede. Es un fenómeno cuya cuantificación es menor a la realidad. Otro dato no menor es que la explotación sexual se da más en adolescentes que en niños, una relación de 80 a 20 por ciento”, señaló.
Los casos se dan más en el interior del país porque son más identificables, al tener la población una relación más estrecha. “La gente identifica una situación, lo ven, y a veces lo denuncian”, señaló.
EL HERALDO

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