martes, 15 de mayo de 2012

En Uruguay la delincuencia ya no tiene códigos

 José Luis Rondán ingresó a la Policía en el año 1975 y desde entonces trabajó en una variada cantidad de dependencias: Investigaciones, Seguridad, Narcóticos, Radio Patrulla, GEPP, Presidencia y Seguridad Judicial, entre otros. Desde hace poco menos de un año, es el Jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de Policía de Montevideo y ayudante del Jefe de Policía. Dice que hoy "se han roto todos los códigos" de la delincuencia.
Lo que sigue es parte de una muy interesante entrevista realizada a Rondán por el diario El País.

-¿La Policía está debidamente preparada para combatir a la delincuencia?
El Cefocap (Centro de Formación y Capacitación Policial) está haciendo muchos esfuerzos para sacar mejores agentes. Pero esto es como el abogado que recién se recibe, sale con su cabeza llena de conocimientos pero la calle, el adoquín y el boliche se obtienen saliendo a trillar. Es la clara diferencia entre sabiduría y conocimiento. El conocimiento se adquiere en los libros, la sabiduría en la calle. Y hay que tratar que el policía viejo transfiera experiencia de la buena al nuevo. El policía debe trabajar entre el barro y saber cómo embarrarse lo menos posible, andar con la frente en alto y no esconderse. El que se esconde es un delincuente.
-¿Cómo se toman, a nivel del cuerpo policial, los recientes casos de efectivos asesinados?
-La Policía es la institución del Estado que más muertos tiene en tiempos de paz. Siempre hubo policías caídos. Cuando un policía muere en un enfrentamiento muere en aras del servicio que él juró ejercer. Ahora, cuando muere con la alevosía que murió esta gente, como (William) Soriano, que murió arteramente, o el "Boca" Martínez, uno no se lo explica muy bien, porque ambos recibieron disparos por la espalda. Vemos ahí la saña y la cobardía de esta lacra. Lo que hay que pedirle a los policías es que se cuiden, sean profesionales y no se expongan.
-¿Cómo se explica la cantidad de homicidios que se están registrando en lo que va de este año?
-El tema de los homicidios va de la mano de un grupo de muchachos que está desmadrado y ha roto todos los códigos de vida, hasta con ellos mismos. Estamos ante un grupo de gente a combatir, socialmente excluidos. Muchas veces me pregunto si ellos no están buscando su propia muerte, porque en algún momento por su cabeza pasa la desgracia de vida que llevan a cuestas. Además, muchos de los homicidios no son previsibles. ¿Quién puede prevenir lo de anoche en La Pasiva? Lamentablemente este hombre tuvo que enfrentarse a un tipo que había dejado el cerebro en la casa.
-¿Cuánto pesan las drogas en estos casos?
-La droga pesa muchísimo. Si te ponés a pensar, la base de todo esto es toda esa basura. Una "lágrima" de pasta base cuesta entre 30 y 50 pesos y el efecto dura unos ocho segundos. Eso obliga al individuo a consumir de pronto 40 lagrimas en la noche. ¿Cuánto precisa el tipo en la noche para no entrar en el síndrome de abstinencia? El tipo tiene que sacar el dinero de algún lado. Roba a la madre y al padre. Cuando rompen esa barrera del hogar, que es sagrado, ya están del otro lado.
-¿Cómo funcionan los códigos de la delincuencia dentro de los asentamientos?
-Ellos se avisan. Por ejemplo, el Policía hace el trabajo para marcar una boca de pasta base. Entonces ellos tienen lo que se llama "perros" dando vueltas, o hasta niños jugando a la pelota en la calle que inmediatamente se comunican con ellos. A mí me preocupa esa especie de afecto, comparable al "Síndrome de Estocolmo", por el que el vecino de bien llega a proteger al delincuente pensando que, de esta forma, se pone a salvo. Inclusive llega a avisarle que la "yuta" está en la vuelta. A veces el vecino debiera confiar en que el bueno es el policía. Pero esa situación es hasta comprensible porque después, ese mismo vecino se levanta todas las mañanas para ir a trabajar y deja a su familia a merced de esos delincuentes que están durmiendo al lado de su casa.
El País Digital

1 comentario:

  1. muy real y mas triste aun,... la droga esta matando la sociedad, mundialmente, se perdio el respeto, los principios y la verguenza, hoy estan detras de las rejas los decentes, y tienen miedo...con razon. que lamentable todo esto, tambien causa la perdida de la felicidad, que orgullo haber conocido otros tiempos,...la antitecis de hoy. saludos y fuerza con la labor.

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