jueves, 8 de marzo de 2012

Feroz copamiento en San Gabriel


Así iba a morir. La escena fue reconstruída por la víctima
para FloridAdiariO.
René González (56) trata de olvidar el miedo que ahora cree superar tras mostrar la forma en la que supuso perdería su vida. “Así es como iba a morir yo”, dijo a FloridAdiariO acostada de espaldas, las manos hacia atrás y la cabeza de lado.

En la escena de la foto sólo faltan las tiras y nudos de sábanas, “hechas por profesionales” que también maniataron a su esposo, Juan Francisco Márquez (63) y su sobrino, Juan Antonio (43) sobre las 22.30 del martes.
La familia se había reunido en el establecimiento “El sacrificio”, en el kilómetro 29 de la ruta 56, donde René elabora quesos. Francisco, el sobrino, había llegado para mirar el partido de Peñarol.
En medio de la noche, un auto de color blanco, chato, con vidrios negros, entró porteras adentro. Recorrió más de 50 metros y desde el coche, uno de los delincuentes argumentó que llegaba en busca del cordero.
Juan Francisco “El Chiche” -como lo menciona René- “se arrimó y le dijo que no había ningún cordero”. Solos, desde hace dos años, dedicados a tareas sencillas, y con gran tranquilidad en la zona, René asumió una broma.
La siguiente afirmación sorprendió a los propietarios. “La policía nos dijo que acá había plata”, dijeron los encapuchados. “Y dijeron que ellos eran policías (aunque)  el aspecto de ellos no era ese”, sostuvo la mujer.
René describió que “eran jóvenes”. “Había uno de ojos chiquitos que tenía una máscara gris. A ese le tenía miedo y agarraba las cosas y estaba nervioso”, relató esta vez.
Encañonada en todo momento, René estuvo constantemente subyugada por los atracadores. “Dónde está la cartera? Quédese quieta porque no la queremos lastimar. No mire!”, fueron los gritos vehementes que recibió en todo momento.
Tras seguir vaciando muebles y cajones, además de su cartera, los ladrones se hicieron de un revolver calibre 38 carente de documentación, una chumbera cinco y medio, un rifle calibre 22 marca CVC Modelo 122 y la suma de 8.500 pesos uruguayos, esto según el reporte de la policía.

Nudos. Los hicieron profesionales, según la policía.

LA CAJA
Con insistencia, buscaron una caja fuerte que supuestamente contenía 80.000 dólares. “De dónde voy a sacar caja y menos 80.000 dólares. Ahí dijeron que se estaban enojando porque no aparecía la caja”, contó Juan Francisco a FloridAdiariO, asegurando además que ahora irían por quien propició el dato falso. “A ese vamos derecho a limpiarlo”, afirmaron.   
Sin caja, querían más dinero. Fueron a la camioneta por la billetera y cuando terminaron nos dijeron que pasáramos al cuarto del fondo. La familia pensó la peor. La muerte rondó por sus cabezas. 
“Le dijeron al sobrino que se tirara al costado de la pared y que no querían que él mirara”. “Chiche” está recientemente operado. Cuando quisieron llevarlo al suelo trató de “negociar” con su operación. “Loco, me matas si me tirás al piso. Entonces, sentante en la cama, me dijeron”.  
“Usted señora póngase acostada y no mire”, mostró René, recostándose en la cama y señalando la posición en que los malvivientes les dejaron. Luego, rompieron una sábana, hicieron tiras, “y nudos de profesionales” -según la policía- para maniatar a la familia.
Ahora las suertes de sogas pasaron por manos y cuello de Juan, y terminaron en los pies de René. “Cada vez que me movía, yo lo ahorcaba. Pero yo no lo sabía y él no podía hablar”, cuenta ahora. 
“Chiche” recuerda que ese, fue su peor momento. “No sé cómo explicar ese momento”. Cuando se fueron el sobrino atinó a pedir que lo desataran. “Vos querés que te aflojemos pero no”, le dijeron. “Cuando me quise dar vuelta porque se habían ido Juan me dijo: tía no te muevas porque me seguis ahorcando”.
Antes de irse, los copadores rompieron el teléfono, sacaron celulares, y afirmaron que tenían el teléfono de la hija de la pareja, a la cual iban a llamar. Nunca lo hicieron. Tras salir, uno de los delincuentes volvió para cerciorarse de que seguían atados. Recién después, se marcharon.
Desesperado, y al estar atado con más soltura que los demás, Juan Francisco zafó uno de sus dedos y comenzó a deshacerse de las sábanas. Fue a la cocina, tomó un cuchillo y desató a su sobrino. “Se estaba quedando sin aire. Ya no podía más”. Sólo allí disminuyó la tensión.
GRANADAS
Según contó en exclusivo a FloridAdiariO, René sostiene que los ladrones le preguntaron si habían otros familiares en la casa. “Qué ahí?, quién está escondido. Si hay alguien más y no nos dicen, hacemos volar todo, porque también tenemos granadas en el auto”, sostiene la mujer que afirmaron. 
La mujer, que trató de manejar sus nervios y a los ladrones lo mejor que pudo junto a su esposo, también preguntó “de dónde son?”, respondiendo los malvivientes que venían de Montevideo.
POLICÍA
Ni bien pudieron alertar a la policía, los efectivos respondieron con celeridad. “El personal del Destacamento de San Gabriel inició una persecución del posible vehículo y los autores, sin obtener resultados positivos”, indicaron las autoridades.
Policía Técnica realizó pericias e inició las investigaciones del caso que ahora procura establecer nuevos elementos a partir de las declaraciones de las víctimas. Juan Francisco sostiene que uno de ellos le pareció “conocido” pero todos estaban con su rostro cubierto, y ahora no recuerda con claridad.
FLORIDADIARIO

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