A partir de julio próximo quedará prohibida en las escuelas la venta de papas fritas, snacks, algunos tipos de alfajores y otros cuyos componentes principales sean de un alto porcentaje de azúcares simples o grasas totales y saturadas.
Las autoridades de Educación Inicial y Primaria y el Ministerio de Salud Pública (MSP), en base a la labor de promoción efectuada por el Programa de Alimentación Escolar (PAE), realizarán el listado de los alimentos recomendables y no recomendables.
La decisión se encuentra en etapa de instrumentación y tiene como antecedente las campañas contra el tabaquismo que en su momento llevó adelante el gobierno del ex presidente Tabaré Vázquez, en cuanto también se trata de un problema de salud pública.
La propuesta de las autoridades ha tomado en cuenta además que en Uruguay se estima que el 50% de los adultos mayores de 50 años son obesos y datos publicados en la Revista Médica del Uruguay indican que el 20% de la población del país es obesa (unas 620.000 personas).
En la valoración también se tomó en cuenta que Datos difundidos a mediados del año pasado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) indicaron que el 26% de los niños uruguayos sufre de sobrepeso u obesidad, uno de los factores de riesgo más predominantes de las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, entre otras patologías.
La prohibición que quiere imponer el Consejo de Educación Primaria respalda una iniciativa que en el mismo sentido ha formulado el diputado nacionalista Javier García, quien presentó un proyecto de ley al respecto.
Con buen criterio, la propuesta del legislador fue analizada por el Programa de Alimentación Escolar, el cual la consideró como "muy valiosa" para ser llevada adelante. Para mejorar la alimentación de los niños y adolescentes en los centros educativos, García sugirió que sólo se vendan en las cantinas alimentos y bebidas "nutritivamente adecuados" y comidas para celíacos, por su intolerancia al gluten.
La idea del legislador incluye también una campaña pública destinada a educar a la población general en el conocimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles y los factores de riesgo que comienzan en la infancia y a promocionar los hábitos de vida saludables dentro de los que la dieta sana tiene un rol fundamental.
Nadie puede ignorar que en Uruguay el 70% de las causas de muerte están relacionadas con enfermedades crónicas tales como cáncer, diabetes, hipertensión y obesidad y que de acuerdo con los responsables del área de la salud, en la base de estas enfermedades está la mala alimentación.
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Las autoridades de Educación Inicial y Primaria y el Ministerio de Salud Pública (MSP), en base a la labor de promoción efectuada por el Programa de Alimentación Escolar (PAE), realizarán el listado de los alimentos recomendables y no recomendables.
La decisión se encuentra en etapa de instrumentación y tiene como antecedente las campañas contra el tabaquismo que en su momento llevó adelante el gobierno del ex presidente Tabaré Vázquez, en cuanto también se trata de un problema de salud pública.
La propuesta de las autoridades ha tomado en cuenta además que en Uruguay se estima que el 50% de los adultos mayores de 50 años son obesos y datos publicados en la Revista Médica del Uruguay indican que el 20% de la población del país es obesa (unas 620.000 personas).
En la valoración también se tomó en cuenta que Datos difundidos a mediados del año pasado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) indicaron que el 26% de los niños uruguayos sufre de sobrepeso u obesidad, uno de los factores de riesgo más predominantes de las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, entre otras patologías.
La prohibición que quiere imponer el Consejo de Educación Primaria respalda una iniciativa que en el mismo sentido ha formulado el diputado nacionalista Javier García, quien presentó un proyecto de ley al respecto.
Con buen criterio, la propuesta del legislador fue analizada por el Programa de Alimentación Escolar, el cual la consideró como "muy valiosa" para ser llevada adelante. Para mejorar la alimentación de los niños y adolescentes en los centros educativos, García sugirió que sólo se vendan en las cantinas alimentos y bebidas "nutritivamente adecuados" y comidas para celíacos, por su intolerancia al gluten.
La idea del legislador incluye también una campaña pública destinada a educar a la población general en el conocimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles y los factores de riesgo que comienzan en la infancia y a promocionar los hábitos de vida saludables dentro de los que la dieta sana tiene un rol fundamental.
Nadie puede ignorar que en Uruguay el 70% de las causas de muerte están relacionadas con enfermedades crónicas tales como cáncer, diabetes, hipertensión y obesidad y que de acuerdo con los responsables del área de la salud, en la base de estas enfermedades está la mala alimentación.
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