Finalmente la espera llegó a su fin y ayer viernes 1º de julio se confirmó el cierre definitivo de la planta frigorífica de la ciudad de Florida y el despido de los 235 empleados que revistaban actualmente en su plantilla.
Sebastián Robinson, dirigente del sindicato, se refirió ante los medios de prensa presentes en la planta industrial, al amargo momento que les toca vivir.
“La situación es incambiable y no hay alternativa de una reapertura por parte de la empresa. Se nos comunicó que se decidió cerrar la empresa y ahora en este mes de julio se estaría negociando la primera cuota del despido. No se acordó todavía la forma de pago; el que vino fue el abogado, se le presentó una propuesta por parte de los trabajadores que iba a presentarla a la patronal. El próximo miércoles tendremos otra reunión con ellos para confirmar fecha de pago y de qué manera se estaría pagando y cuánto sería el monto. Quedaron despedidos 235 funcionarios en total de los 258 que figuraban al inicio”, señaló Robinson, que iba quedando en la plantilla definitiva.
“Esto se cerró definitivamente. Ellos están negociando la venta, decían que no les faltaba mucho para concretarla y que el que comprara iba a venir a abrir, que tomarían a los que estábamos, por la experiencia, por vivir en Florida, pero esos son ya promesas que uno no puede creerlas mucho porque todo depende de la voluntad del empresario que venga. Ojalá venga alguien, lo compre y lo abra a fin de año, como dicen ellos. Pero no hay nada concreto en ello. Lo único concreto que hay es el comunicado que llegó con nuestro despido. Después lo que pase, si lo venden o no, no depende de ellos. Nosotros vamos a seguir acá hasta que se cobre la última cuota del despido. Es la única manera, no se garantiza mucho tampoco, pero estando acá podemos ver los movimientos y ver qué perspectivas hay si es cierto que se vende la planta o no. La intención nuestra es seguir acá hasta cobrar el despido”, agregó.
Tampoco faltaron las críticas de Robinson a la clase política tanto nacional como departamental.
“Hubo falta de presión por parte de los políticos hacia la empresa. Es una empresa fantasma, estamos cansados de esto; vienen extranjeros, están tres o cuatro años y se van. Y siempre igual. Soy consciente que esta empresa no vino en la Intendencia de Enciso, pero toda la clase política tiene la culpa. Este es el país de la joda, vos venís de afuera, te financian y dale para adelante, hacé lo que quieras. El palo es para toda la clase política, el ministerio de Trabajo, el ministerio de Industria, hasta la Presidencia, tanto de este gobierno como gobiernos anteriores. Es sabido que acá las empresas fantasmas vienen, están tres, cuatro años y se van. Somos una víctima más de lo que ha sido la clase política del Uruguay, le abre la puerta a los extranjeros y deja en banda a los trabajadores. Sabemos nosotros, que somos floridenses, que ésta es la tercera historia que se le suma a esta planta, no es nada nuevo. Es algo que no entendés. Tal vez uno tendría que hacerse de amistades empresariales de afuera, venir, vamos a hacer la de nosotros y chau. Así está Florida a nivel laboral y el país entero, esto pasa en todos los departamentos. Florida, hoy 1º de julio es un caos a nivel laboral. Quiero agradecerle a todo Florida lo que es el apoyo, a la prensa, a todo el pueblo”, finalizó Robinson con la voz quebrada por el llanto.
Diario EL HERALDO
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