miércoles, 14 de julio de 2010

"Minguta" Di Mayo, un triunfador floridense

Que se lo merece… se lo merece!
Por Antonio ”Mumú ”González

Nació en un barrio de malvón y luna
Por donde el hambre suele hacer gambetas
Y desde chico fue poniendo el hombro
Y anchó al trabajo su sonrisa buena

Lo que quiere decir, como estas estrofas de tango, que pudo haber nacido en cualquier barrio de Florida. En este caso particular, fue en la Piedra Alta, cerca, muy cerca del Prado y del río. En una de las tantas viviendas humildes, de gente laburadora, honesta, que por dentro guardan el calor y el esfuerzo familiar, y afuera se distinguen por la hegemonía de sus tejados de color rojo, como la buena sangre que corre por la venas de los aún, sus primeros ocupantes, y de los que con el tiempo se han sumado a la gran familia del barrio “del Atlético” y ahora también, de la Vascongada.

En una de esas viviendas, mas exactamente en la casa de Luis Alberto y de Gladys, en pleno corazón del Piedra Alta nació Edgardo Di Mayo, y fue allí donde dio sus primeros pasos junto a sus nueve hermanos.
En esas calles creció, fue niño, adolescente y hombre. Y en una esquina de esas calles y de ese barrio, hace mucho tiempo, conoció a su novia a la que transformó posteriormente en la mujer de sus sueños juveniles, y con ella formó su propia familia.
La misma vida lo llevó a la aventura del alejarse -sin desprenderse - de sus afectos, separarse del calor y abrigo de su familia y como tantos, buscar su propio camino. Un camino largo, arduo y responsable que lo puso, en su tarea de equipier, junto a este magnífico grupo -y antes en otros- que acaba de concretar la hazaña de ponernos, tal vez con los mismos argumentos del “Minguta”, en un cuarto lugar de un Mundial de fútbol y entre los mejores del mundo. Permitiendo florecer nuestras más íntimas emociones, rescatando y mostrando nuestra verdadera identidad, frente a un mundo que quería -y al final no pudo- hacerse “el otario”, en el intento de ignorarnos.
Edgardo ni hizo goles, ni restó una pelota comprometida. Sí podríamos decir, que antes de cada partido “puso a punto el pincel” para que los artistas culminaran su obra.
El “Chancho” Edgardo Di Mayo -ahora Minguta – no sale regularmente en las fotos. Pero es otro triunfador. Y además, floridense. Y como tal debemos resaltarlo, reconocerlo y hacerle llegar, oportunamente, como a todo este espectacular grupo, nuestro más sincero homenaje y agradecimiento.
Que se lo merece … se lo merece!!!
www.futbolflorida.blogspot.com

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