miércoles, 21 de julio de 2010

Fantasma del desempleo moviliza a Florida

La crisis laboral que afecta a Florida y que movilizó ayer a los ciudadanos tras el anuncio del envío de toda la plantilla del frigorífico local al seguro de paro, generó una onda expansiva de temor en otros departamentos.
El sol, que ayer volvió a brillar en Florida, levantó el ánimo de una sociedad que había vivido los días previos en un clima de tormenta y angustia, luego de que dos industrias emblemáticas -el Frigorífico Florida y la curtiembre Kindale- decidieran enviar a unos 600 trabajadores al seguro de paro.
Una multitudinaria marcha que sumó a los sindicatos locales, comerciantes y figuras políticas departamentales y nacionales (entre ellos el intendente Carlos Enciso y el senador comunista Eduardo Lorier) compartió la preocupación general expresada en la proclama de los trabajadores: "Florida está viviendo la peor situación laboral de los últimos 20 años".
A partir de las 10 de la mañana comenzaron a cerrar los comercios del centro y varios empresarios enviaron a sus empleados a participar de la marcha. La movilización fue ganando adeptos a medida que avanzaba hacia la plaza principal.
Al pasar frente a las puertas de la Intendencia, se sumaron a ella el nacionalista Enciso, el senador Lorier, el diputado nacionalista José Andrés Arocena, el director del Hospital de Ojos, Yamandú Bermúdez, el presidente de la Junta Departamental y varios ediles.
CARPA

"Los partidos políticos tienen la obligación moral de darnos una mano en este tema", clamó el representante de la Mesa Intersindical, Juan Chagas, en un fuerte discurso que pronunció frente al monumento a la Independencia.
"No son sólo 600 los afectados. Cada uno tiene una familia atrás, hay hijos viviendo la misma incertidumbre y el miedo al fantasma del desempleo", dijo.
El temor a que el frigorífico no vuelva a abrir sus puertas llevó al sindicato a instalar, cuando caía la noche, una carpa de guardia a la entrada de la planta, ubicada en los accesos a la ciudad.
"Aún nos deben un mes y medio de licencia a cada trabajador. Pretendemos cobrar ese dinero y cuidar que el lugar no sea desmantelado", dijo Julio Pérez.

REAPERTURA
Mientras tanto, en Montevideo la situación se seguía con atención y el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, se puso en contacto con representantes de la patronal del Frigorífico Florida y los propietarios de la curtiembre.
"Ambos me han asegurado que no se cerrará ninguna planta y los trabajadores van a ser retomados a partir de agosto", dijo Brenta. El titular de Trabajo puso énfasis en que el cierre transitorio de estas plantas "se explica por el ciclo tradicional de disminución del ganado para faenar" y afirmó que "no hay razón para que se produzca alarma".
CONTAGIO

Este ciclo, cuyos efectos se sienten también en otros departamentos, ha causado un contagio de temores.
En Tarariras, son algo más de seiscientos los trabajadores de Establecimientos Colonia enviados al seguro de paro.
Dirigentes gremiales indicaron que esta situación no se registraba "desde hacía muchísimo tiempo"
En Tacuarembó, desde comienzos de julio, cerca de 200 trabajadores de la plantilla del frigorífico fueron enviados al seguro de desempleo.
Ambos frigoríficos pertenecen al Grupo Marfrig, de capitales brasileños, que el año pasado facturó 410 millones de dólares y dio cuenta del 25% de las exportaciones de carne.
También en Durazno los coletazos de la coyuntura de la industria cárnica se hicieron sentir: cerca de 100 trabajadores de frigoríficos locales quedaron temporalmente cesantes.
A ese panorama se agregó la decisión del nuevo intendente Benjamín Irazábal de no renovar unos 300 contratos con empresas y jornaleros.
PANORAMA DE LA INDUSTRIA
La industria frigorífica ocupa en Uruguay alrededor de 10.000 trabajadores en 38 establecimientos. De ese total, más del 10% se encuentra hoy en seguro de paro (Florida, Colonia, Durazno y Tacuarembó).
En invierno (pos-zafra) disminuye la oferta de ganado y algunos frigoríficos cierran sus plantas de faena y otros sectores para realizar mantenimiento. Este año, la disminución de oferta ha sido más llamativa como reflejo de la sequía que se vivió en 2008 y que hizo mella en la producción de terneros.
El último parte semanal de faenas de la Asociación de Consignatarios de Ganado (11 al 17 de julio) arroja un total de 34.897 envíos a frigorífico: el nivel más bajo en dos años.
Esa cifra representa un descenso de la faena del 13% en relación con el mismo período de 2009.
Otro motivo que hace más notoria la caída abrupta de la faena en este período, es que durante la pasada zafra (septiembre a junio) se envió a frigorífico más ganado de lo habitual, aprovechando la buena coyuntura de precios de los granos y la alta demanda.
El descenso de oferta en invierno también ha empujado al alza los precios que debe pagar el frigorífico por el ganado. Se trata de un fenómeno cíclico. El cierre temporal (menos demanda) tiende a equilibrar la oferta.
El País Digital

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