lunes, 29 de junio de 2009

En La Cruz votó casi el 50%

Un pueblo donde hasta el club de fútbol cerró
Por ALEXIS TRUCIDO


Enclavado en un departamento donde en todas las elecciones hubo cambio de mando, el pueblo La Cruz, en Florida con sus 756 habitantes, parece estancado en los años 50.
Hasta los carteles de campaña lo reflejaban. "No hay ninguno del Frente Amplio, unos pocos de los colorados y los blancos son los que más tienen", reconoció a El País el edil frenteamplista Edgardo Marrero.
"La Cruz llegó a esta elección diezmada. Cada uno le sacó un gajo y la fue trayendo al suelo", sostuvo a sus 94 años Juan Carlos Martínez, un viejo militante y comerciante, ex presidente de la Junta Local y repartidor de listas blancas hasta la tarde del sábado.
Martínez votó sobre el mediodía. Fue uno de los 153 que sufragaron a esa hora del día de los 756 habilitados de la zona, en los tres circuitos de la escuela de tiempo completo Nº 9.
A sólo 20 kilómetros de la capital departamental, el poblado "ya no tiene seguidores de políticos", afirma Andrés Cuello, un joven comerciante que asegura que "ni la política ha podido salvar la desgracia de este lugar. No hay fuentes de trabajo y hasta el club de fútbol cerró", cuenta.
La Cruz tuvo dos eventos que sacudieron la quietud pueblerina y no fueron positivos. Uno fue la desarticulación de una gavilla de narcotraficantes que tenía asiento y a su cabecilla en el lugar. El otro fue la muerte de Andrés Arocena Nocetti, intendente durante el período 2000-2005 y candidato fundamental en las aspiraciones blancas de recuperar la intendencia de Florida.
El fallecimiento de "el caudillo" sentenció el declive de la actividad en el lugar.
Arocena fue copropietario de la bodega Vinos de La Cruz que, hace dos años, cerró sus puertas, dejando a más de 40 personas desocupadas.
Apenas unas diez lograron reinsertarse en el lugar. "Todo eso fue un golpe acá. Eso hace que uno no crea en los políticos", confiesa Wilson Benito Montero, quien señaló que no fue a votar.
Delia Mutay está en la escuela Nº 9 que atiende a más de un centenar de niños cada día.
La mujer es una activa militante del Partido Nacional "y de la familia Arocena", aclara. "Tengo el comité abierto. Estamos repartiendo listas y extrañando mucho a Andrés. El que no esté hace que estemos más afianzados. Es triste, es distinto pero tenemos más fuerza", afirma. Este año no sólo no hubo caudillo. Tampoco muchos precandidatos. Sólo uno, Luis Alberto Lacalle pasó por allí.
"Los otros no vinieron ninguno, pero la tradición es firme. Nosotros vamos a mejorar", indica Beatriz Bazzardi, delegada del Partido Colorado.
Bazzardi confiesa que en el anterior sufragio el cambio "fue radical", tanto que en La Cruz, el Partido Nacional sólo aventajó por 60 votos al Frente Amplio.
Pero las rencillas políticas no han dado nada al pueblo. Incluso en estas elecciones también le sacaron algo. "Nos cerraron el bar y no estábamos vendiendo bebidas. Por eso nos perdimos la zafra de hoy. Una elección mueve todo. Viene gente de otro lado, se vende algo más de comida y entra más de lo normal", relató Federico Cáceres.
Contrario a lo que suele pasar en cualquier ciudad del interior, en invierno, las ventas caen. "En cualquier otro lado suben, acá no", repasa el comerciante Cuello.
El productor y actual militante del Partido Colorado, Rubén Urchitano fue el primero en llegar a La Cruz a llevar votantes.
"Sí la cuestión es colaborar acá estamos", dijo a El País, antes de partir a San Gerónimo, Talita y otros parajes.
El diputado Carlos Enciso, José Andrés Arocena (hijo) y ediles de los distintos partidos también llegaron a La Cruz.
Ayer a las 18:15 habían votado 309 personas, casi el 50% de los habilitados. En un "pueblo de jubilados", hubo mucho acarreo, dijo uno mientras hacia la cola para sufragar.
Alternancia: Florida es un departamento que en cada elección hubo cambio de partido.
El País Digital



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