La carpa de Sudaca y Juan Valdez, en sui tradicional lugar de la cancha de Peñarol frente a la Rambla, fue elegida por la mayoría de los jóvenes floridenses para despedir el año 2008, aunque en menor cantidad que cuando el 24 de diciembre.
Pero pese a que la concurrencia fue menor a la de Nochebuena, de todos modos se congregaron cerca de 3.000 personas. La merma se debió, según se opinó, a que muchos se quedaron en sus hogares para festejar la llegada del nuevo año y a que también muchos comenzaron el éxodo para las playas del este.
Pero pese a que la concurrencia fue menor a la de Nochebuena, de todos modos se congregaron cerca de 3.000 personas. La merma se debió, según se opinó, a que muchos se quedaron en sus hogares para festejar la llegada del nuevo año y a que también muchos comenzaron el éxodo para las playas del este.
Se destacó la tranquilidad con que se vivió toda la jornada, que comenzó a las 3 de la mañana y culminó a las 7:40, cuando se apagó la música y quedaban jóvenes que querían seguir los festejos. La música se cortó, según se dijo, porque la guardia policial se retira a las 8 de la mañana, y "siempre es bueno que haya guardia policial cuando la gente sale", dijeron los dueños del boliche. De acuerdo a las estimaciones, el consumo de alcohol fue muy alto, repitiéndose la fórmula de vender cerveza en lata que, aunque es más cara para los bebedores, ofrece más seguridad que las botellas de vidrio.
La otra carpa, instalada en la zona de estacionamiento del estadio de Atlético Florida, también frente a la Rambla, si bien estuvo concurrida, no llevó tanta gente como Sudaca.
También en el Prado se agruparon los jóvenes, lo mismo que en la Rambla, felizmente sin que se produjeran incidentes que lamentar en ninguno de los lugares.
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